Wall Street cerró hoy con fuertes pérdidas y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, cayó un 0,59 % y terminó en su nivel más bajo en tres semanas arrastrado por un nuevo descenso del petróleo.
Tras el fin de la sesión, ese índice cayó 138,19 puntos y acabó en 23.271,28 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 perdió un 0,55 % hasta 2.564,62 unidades y el índice compuesto del mercado Nasdaq bajó un 0,47 % hasta 6.706,21 puntos.
Los operadores en el parqué neoyorquino apostaron por las ventas durante toda la jornada, arrastrados por el sector energético ante una nueva caída del petróleo y en medio de la fatiga en los mercados después de los últimos récords históricos.
El barril de Texas, de referencia en el país, bajó un 0,66 % y terminó en Nueva York en 55,33 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia en Europa, bajó un 0,67 % y acabó en Londres en 61,82 dólares.
Los inversores también estuvieron pendientes del grupo industrial General Electric, que empezó la sesión con fuertes pérdidas pero logró terminar el día con subidas y frenar la racha bajista desde que el lunes presentó su nuevo plan de reestructuración.
Al final casi todos los sectores en Wall Street cerraron en rojo, como el energético (-0,92 %), el tecnológico (-0,74 %), el de materias primas (-0,63 %), el industrial (-0,56 %) o el financiero (-0,12 %), y solo subió el de telecomunicaciones (0,16 %).
Caterpillar (-2,51 %) lideró las pérdidas en el Dow Jones, por delante de Home Depot (-1,54 %), Visa (-1,54 %), Walmart (-1,38 %), Coca-Cola (-1,35 %), Apple (-1,32 %), Exxon Mobil (-1,25 %), IBM (-1,22 %) o United Technologies (-1,04 %).
Al otro lado de la tabla encabezó las ganancias General Electric (2,01 %) por delante de Nike (1,16 %), JPMorgan Chase (0,97 %), Walt Disney (0,52 %), Boeing (0,43 %), Cisco Systems (0,21 %) y Goldman Sachs (0,14 %).
Al cierre de la sesión bursátil, el petróleo de Texas bajaba a 55,26 dólares, el oro retrocedía a 1.278,5 dólares, la rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba al 2,324 % y el dólar ganaba terreno ante al euro, que se cambiaba a 1,1791 dólares.