La madre de una de las víctimas abatidas en la balacera en un club nocturno de Florida dice que su hijo fue alcanzado por las balas a pesar de que ella lo instruyó varias veces sobre cómo actuar en caso de un tiroteo.
Stephanie White, entrevistada en su casa en Lehigh Acres, Florida, se refería a la suerte de su hijo Stef’an Strawder quien perdió la vida en el Club Blu. Junto con Stef’an murió otra persona y 17 resultaron heridas, en el más reciente incidente armado en este país.
White dice que a raíz de la masacre en el club Pulse en Orlando hace unos meses, le había advertido a su hijo de 18 años sobre cómo actuar en que caso de escuchar disparos: “Pégate al piso, corre debajo de una mesa”.
Sin embargo, cuando volaron las balas en el estacionamiento del club en Fort Myers, Stef’an no pudo esconderse a tiempo. Perdió la vida junto con un joven de 14 años. Diecisiete personas, de entre 12 y 27 años de edad, resultaron heridas en la fiesta, que era para adolescentes y donde la gente era invitada a traer su traje de baño.
“Yo le había enseñado a buscar todas las salidas en caso de que volaran las balas, que se tirara al piso, que se escondiera debajo de una mesa y que se pusiera fuera del camino… porque pensé en lo que pasó en Orlando, eso fue terrible”, dijo White a The Associated Press.
Debido a que la balacera ocurrió en un estacionamiento, “él no tuvo esa oportunidad”, comentó la madre.
Florida está nuevamente acongojada por un matanza en un club nocturno, pero esta vez al parecer se trató de una pelea por una canción de rap y no tuvo nada que ver con terrorismo islámico. La policía sigue investigando el motivo del incidente.
Poco después de lo ocurrido el lunes, el gobernador visitó el lugar, donde se erigió un altar improvisado y la gente traía flores y ofrecía plegarias.
“Esto es algo muy difícil de entender y de aceptar”, dijo Teresa Furlough, maestra de escuela y madre de tres hijos, de 18, 16 y 15 años ninguno de los cuales estaba en el club. Furlough asistió a una de las vigilias el lunes.
“Estamos a favor del derecho a la vida cuando se trata de ciertas situaciones, pero no cuando se trata de otras”, comentó. “Los agresores aquí no respetaron la santidad de la vida”.
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Por TERRY SPENCER, TAMARA LUSH y KELLI KENNEDY
