Dan y Janice Kovacs y sus dos hijos pasaban por el control de seguridad del aeropuerto cuando comenzaron los disparos. En la cinta quedaron sus zapatos, billeteras, pasaportes y equipajes de mano mientras ellos corrieron con la multitud para ponerse a salvo.
Ahora están entre los pasajeros varados en Fort Lauderdale que intentan recuperar algunas de las 25.000 piezas que según el director del aeropuerto se perdieron durante la balacera. Entre los objetos hay equipajes y celulares, además de otros artículos.
“No tenemos documentos de identificación, no tenemos pasaportes ni dinero”, señaló el sábado por la tarde Janice, de 39 años, que vestía unas sandalias prestadas por su cuñado. “Tuvimos que dejar nuestras cosas y correr”.
“Todas nuestras cosas están siendo procesados. Podríamos no tenerlas hasta el lunes. Tengo una hija de 11 años que se está volviendo loca. Esto ha sido muy traumático para ella”, agregó.
Cinco personas fallecieron y seis más resultaron heridas por los disparos registrados el viernes por la tarde. Unos 12.000 pasajeros entrantes y salientes quedaron varados, la mayoría de regreso de cruceros o que llegaban a la ciudad para emprender travesía el sábado en los enormes barcos fondeados en la terminal del centro turístico Port Everglades.
Algunos pasajeros estuvieron retenidos en el interior de sus aviones durante más de siete horas mientras la policía mantuvo cerrado el aeropuerto; otros se arrastraron hasta rincones protegidos o fueron sacados a la pista. Los Kovacs, que regresaban de un crucero por el Caribe, salieron al asfalto descalzos.
La patrulla de carreteras de Florida envió autocares equipados con computadoras al aeropuerto el sábado por la tarde para emitir identificaciones temporales a los pasajeros afectados y que puedan salir del estado e incluso del país. “Estamos haciendo lo que podemos para ayudar”, manifestó el sargento Mark Wysocki.
Sydney Rivera, una estudiante de 21 años de la Universidad de Purdue, recibió un documento de identificación temporal de Florida que es casi idéntico a la licencia de manejo del estado. El viernes estaba a punto de embarcar en un vuelo de regreso a Indianapolis desde otra terminal cuando la gente se dispersó por falsos rumores sobre un segundo tirador.
“Esto hará mucho más fácil pasar los controles de seguridad”, dijo Rivera mientras se apuraba para tomar finalmente el vuelo.
El gobernador de Florida, Rick Scott, anunció que se pidió a las compañías de cruceros que acepten a viajeros con identificaciones provisionales. Una vez que las autoridades permitieron la salida de pasajeros del aeropuerto el viernes, autocares trasladaron a miles de ellos a la terminal de cruceros.
La mayoría de las maletas no estarán disponibles hasta el lunes, dijo el portavoz del aeropuerto, Greg Meyer. Los responsables del aeródromo contrataron a una firma externa para recoger las bolsas abandonadas y clasificarlas por el lugar donde fueron halladas, para que puedan ser identificadas por los propietarios.
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Por KELLI KENNEDY y TERRY SPENCER