Un tribunal de apelaciones de Nueva York ha restablecido la orden de silencio que prohíbe al expresidente Donald Trump hablar públicamente sobre el personal de la corte que lleva su juicio por fraude fiscal, tras serle impuesta por acusar a la ayudante del juez de tener prejuicios, lo que derivó en amenazas contra ella.
“Leídos y archivados los escritos respecto a la apelación, y habiéndose tenido la debida deliberación al respecto, se ordena rechazarla el recurso de apelación”, dice la sentencia, que también afecta a los abogados del expresidente Trump
Después de conocerse este revés para los intereses de Trump, el juez que lleva su juicio por fraude fiscal, Arthur Engoron, responsable de esta orden de silencio tras las acusaciones a su asistente, Allison Greenfield, ha advertido de que tiene la intención de ponerla en práctica “con rigor y vigor”.
“Es un día trágico para el Estado de derecho, pero somos conscientes”, ha dicho el abogado de Trump, Chris Kise. A lo que Engoron ha respondido: “Esto es lo que hay”, según recoge la cadena CNN.
Trump utilizó su red social, Truth Social, para publicar una imagen de Greenfield posando con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “La novia de Schumer, Allison R. Greenfield, está llevando este caso en mi contra. ¡Qué vergonzoso! ¡¡Este caso debería ser desestimado de inmediato!!”, escribió.
El juez impuso la medida de silencio después de que la Fiscalía presentara las amenazas que Greenfield recibió tras esta publicación. En su defensa, Trump insistió en que nada tenía que ver y que no se le podía restringir su libertad de expresión solo porque algunos puedan reaccionar sus palabras.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha presentado una demanda por 250 millones de dólares contra Trump y a su compañía, a los que acusa de inflar sus cuentas y activos en miles de millones de dólares para obtener mejores condiciones en préstamos comerciales y pólizas de seguro.
Está previsto que el próximo 11 de diciembre Trump testifique en su propia defensa. Una semana antes, se subirá al estrado su hijo Eric Roberts
Este no es el único caso en el que un juez le ha impuesto a Trump la prohibición de hablar públicamente sobre quienes trabajan en alguno de sus procesos judiciales.
El magnate también está a la espera de que un tribunal de apelaciones de Washington se pronuncia con respecto la orden de silencio que le fue impuesta por la jueza Tanya Chutkan en el caso que tiene abierto por sus supuestos intentos de alterar el resultado de las elecciones de 2020.
Dicha ordena, congelada temporalmente por este tribunal de apelaciones cuando aceptó escuchar el caso, prohíbe a Trump hablar sobre el fiscal especial Jack Smith, la gente de su equipo, el personal del tribunal o de posibles testigos.