El reciente y fugaz sainete del aerostático chino que, movilizó a la décima flota aérea de la Costa Este, nos acredita el nivel de improvisación e impericia de las actuales FFAA de este país
Por cuanto, antes de proceder a derribarlo, cual si fuese un peligroso e indetenible misil crucero, ese inflable -se sabía y de sobra- que, era un experimento meteorológico fuera de su curso.
Y, al que, con absoluto intraumatismo, pudieron capturar y así, rescatar las cámaras que portaba el muy inofensivo aparato.
Ya que, para espiar milimétricamente el trstero de una tienda de abastos en Milwaukee, cuentan con miles de satélites de precisión.
El incidente en sí mismo careció de la más mínima relevancia en el más simple esquema castrense y, es precisamente frente a un escenario de tamaña incruenta domesticidad, donde debemos de leer, el ruinoso estado del complejo militar de la Comunidad de Inteligencia en este DC.
Y, es por ello que, imaginar, incluso por la vía del ingenio más absurdo que esta Unión, se encuentra en aptitud para involucrarse abierta y directamente en un conflicto global, es realmente un dislate.
Lo cual en un plano simétrico de afinidad, me lleva a trasladarme al asunto de los Leopards que, la UE y en cantidades propias para un desfile, a cuenta gotas remitirá a Ucrania, solo en aras que, sin importar el número, quedarán reducidos a una montaña de chatarra y en menos de un trimestre.
Con igual suerte de una veintena de F 16 que, luego de numerosas reuniones y, sin que se les repasen las turbinas, tendrán idéntico destino, cuando sean derribados casi como un ejercicio de práctica por sus oponentes Sukhoi 57 que, además son de toda invisibilidad para los radares de sus oponentes pilotos.
En otras palabras, el teatro bélico ucranio, está convirtiéndose en un precipitado de armamento de combate de piezas de museo que, exactamente a eso, habrá de mutar Putin, antes que la primavera se presente.
Y que, ulteriormente, nos otorga una meridiana visión de lo que, esta guerrita de laboratorio contieneintrínsecamente.
Ergo, una chapucería erigida por un conjunto de catetos que, conjuntivamente son los que gobiernan en una Europa occidental que, se dirige raudamente a su propia inmolación, como entre 1939 y 1940.
Con la sustancial y enervante diferencia que, en esta oportunidad no existe una URSS que, devastó y tornó en estéril el hegemonismo Nacionalsocialista.
Esto es que, en esta nueva instancia, se encuentra evaporada, extinguida y, sin sustento ninguno, cualquier hipótesis de revertir la suerte de los ocupados durante la Segunda Guerra Mundial.
Y, quizás esta suerte de reedición de un creciente armamentismo europeo, les enseñe y, con un grande reguero de sangre que, los planes del Señor Hitler, enderezados en refundar a los Estados Unidos Continentales y, reeditar la -tal vez- prematura estrategia napoleónica, bueno, al fin de cuentas, no eran tan anómalos.
Tal y como fueron degradados y ridiculizados por el consorcio sionista fílmico, televisivo y periodístico de estas últimas ocho décadas.
Ahora, solo resta que, todo lo previsible, al fin de cuentas, tome cuerpo y se convierta en una triste y lastimera realidad.
Porque, apenas imaginar que, las fuerzas combinadas de Beijing y Moscú, podrían sufrir una derrota frente a estos devaluados Aliados, sería una suprema tontería.
No siendo requirente para representarnos ese resultado, más que, recoger las recientes crónicas de la estampida norteamericana en Afganistán.
Donde abandonaron a su merced radarización, artillería y aviación de ultimisima generación.
Y, deberemos de leer en ese vergonzante escape, la ausencia de una minima profesionalización de todosestos generales y almirantes de escritorio.
Que ni siquiera los rusos, luego de perder quinientos helicópteros MI 24, desocuparon Kabul, con tal vergonzante premura que esta gringa, dos años atrás.
Muchas veces, no es de toda necesidad, revestir la jerarquía de Analista para arribar a un puñado de conclusivos como el que, les he descripto, para imaginar el cómo será un desenlace tan previsible.
