El cáncer de mama triple-negativo es el más agresivo de los cánceres de mama y no hay tratamientos dirigidos eficaces, aunque un equipo de científicos ha identificado una proteína vinculada a este tumor y ha logrado inhibirla en ratones con un fármaco ya en el mercado y usado para un tipo de leucemia.
Esta investigación – aún básica – abre la puerta a futuros tratamientos combinados para este cáncer que sufren entre un 10 y un 15 por ciento de las mujeres que padecen cáncer de mama en el mundo.
Los resultados de la investigación se publican en la revista Nature Communications, en un artículo que lidera Arkaitz Carracedo, del Centro español de Investigación Cooperativa en Biociencias (CIC bioGUNE), y en el que han participado también científicos de centros de Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
Bajo la denominación de cáncer de mama se engloban varias enfermedades que presentan diferente pronóstico y respuesta al tratamiento, y la clasificación más aceptada por la comunidad internacional establece que estos tumores se dividen en tres grupos.
Están los que expresan receptores (proteínas) de hormonas femeninas (hormono-dependientes), los que contienen niveles exacerbados del receptor HER2 y los que carecen de estos marcadores (triple-negativos); los dos primeros presentan buen pronóstico por disponer de tratamientos específicos que eliminan en gran medida las células tumorales -los anti-hormonales o inhibidores de HER2-.
Sin embargo, el tercero sigue representando un gran problema para la salud: “este es un cajón de sastre, se caracteriza por ausencia de marcadores, es de peor pronóstico y resistente a muchos tratamientos”, señala a Efe Carracedo, quien apunta que en este nuevo trabajo se identifica un marcador que podría informar sobre una alternativa de tratamiento.
En concreto, los investigadores han trabajado con PML, una proteína que identificaron en 2012 y en la que ahora profundizan: sabemos que aquellas pacientes que dan positivo en PML presentan peor pronóstico y mayor probabilidad de desarrollar metástasis, y hemos demostrado que inhibiendo esta proteína los tumores reducen su agresividad, añade.
Lo que han visto los científicos, tanto en ensayos ‘in vitro’ como en modelos animales, es que si se quita la citada proteína las células malignas pierden la capacidad de fabricar nuevos tumores (las células de cáncer necesitan de PML para mantener sus propiedades malignas).
La proteína PML fue originariamente identificada para un tipo de leucemia -promielocítica aguda- y desde la década de los 90 se estableció un tratamiento -trióxido de arsénico- para inhibirla.
Precisamente es éste compuesto el que se ha usado en este trabajo y con él se ha conseguido inhibir PML también en cáncer de mama.
“Hemos demostrado que este fármaco tiene potencial para ser usado también en cáncer de mama triple-negativo”, afirma Carracedo, quien no obstante matiza que sería necesario un “refinamiento” del medicamento y, posiblemente, combinarlo con otros tratamientos.
En este sentido, señala que ya están trabajando con laboratorios para poder estudiar miles de fármacos y ver cuál o cuáles serían más compatibles con el trióxido de arsénico, y más eficaces para inhibir PML.
“Tenemos una herramienta nueva para clasificar el cáncer de mama triple-negativo (la expresión de PML) que nos puede dar una nueva estrategia terapéutica”, según Carracedo, quien agrega que los marcadores hasta ahora descritos para el triple-negativo “no eran suficientemente claros”.
Este trabajo es fruto de cinco años de investigación, explica en una nota de prensa el CIC bioGUNEN, que apunta que la mayor parte de la financiación proviene de donaciones individuales.
La financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer -junta de Vizcaya- y la Fundación FERO de Investigación Oncológica (Barcelona) son motor central de las investigaciones, concluye. EFE