Miami, .- Los organizadores del festival de música electrónica Ultra, que se celebra desde hace dos décadas en Miami, anunciaron este miércoles que no volverán a realizarlo en esta ciudad debido a los problemas de transporte que enfrentaron en su edición de este año en Cayo Virginia.
“Después de escuchar los comentarios de muchos de ustedes (los seguidores), está claro que la experiencia del festival en Cayo Virginia simplemente no fue lo suficientemente buena”, manifestaron los organizadores en un comunicado.
Precisaron que “voluntariamente” dieron fin a la “licencia” con la ciudad de Miami y que están en trámites para realizar el Ultra Music Festival en otro lugar del sur de Florida, que no detallaron.
“Muchas partes interesadas nos han contactado a lo largo de los años con ofertas para organizar el festival en lugares únicos e impresionantes”, manifestaron este miércoles los organizadores.
“Uno de estos, sin embargo, ha brillado mucho más que los demás, y esperamos hacerlo nuestro hogar muchos años por venir”, agregaron.
Los organizadores señalan que tuvieron en cuenta para esta decisión las encuestas, entre ellas las de “más de 20.000 seguidores” tras acudir el pasado marzo a la edición de este año del evento musical.
Creado hace dos décadas, y con más de veinte “sucursales” repartidas por todo el mundo, el Ultra Music Festival comenzó su andadura en Miami Beach y es considerado uno de los eventos de música electrónica más importantes del planeta.
Sin embargo, también ha enfrentado las críticas, especialmente de vecinos, por el ruido, desórdenes públicos y caos de transporte que genera la masiva asistencia.
El festival, que se realiza desde 1999 en Miami, tuvo a partir de 2012 su sede en el Bayfront Park, en el centro de la ciudad, pero este año el evento se trasladó a Cayo Virginia, en donde la primera de las dos noches resultó caótica por descoordinación en el transporte y los horarios.
Miles de asistentes tuvieron que caminar por la única vía de acceso a la isla, un largo trayecto para abandonar la sede de Cayo Virginia, lo que generó un atasco mayúsculo y una confusión generalizada entre el público asistente.
En Cayo Virginia no hay estacionamiento para vehículos privados y, por ende, los 50.000 asistentes que se calcula el festival recibe cada uno de sus tres días deben llegar en un autobús contratado por la organización, o en taxis y Uber/Lyft. (EFEUSA)