Por Steve Holland |
CLEVELAND.- Donald Trump acusó el jueves a su rival demócrata Hillary Clinton de dejar un legado de “muerte, destrucción, terrorismo y debilidad” como secretaria de Estado de Estados Unidos y se comprometió a ser duro con el crimen y los inmigrantes ilegales, en el discurso con el que aceptó la nominación presidencial del Partido Republicano.
El discurso de 75 minutos de Trump fue diseñado para fijar el tono de la campaña de la elección general contra Clinton, en respuesta a los republicanos que dicen que la mejor manera de unir a un partido dividido es detallar por qué no se debe elegir a los demócratas el 8 de noviembre.
Mientras la multitud gritaba “enciérrenla” por su manejo de la política exterior estadounidense, Trump saludó y dijo, “derrotémosla en noviembre”. Miles de partidarios reunidos en la sala de convenciones rugieron su aprobación.
Una encuesta de la cadena CNN realizada a los espectadores del discurso dijo que un 57 por ciento tuvo una “reacción muy positiva” al mensaje y el 18 por ciento tuvo una reacción algo positiva, mientras que un 24 por ciento dijo que tuvo un efecto negativo.
El discurso de aceptación por Trump, de 70 años, cerró una convención de cuatro días que subrayó los problemas que enfrenta para sanar las divisiones del Partido Republicano debido a su retórica sobre la inmigración ilegal y las preocupaciones por su temperamento.
El evento fue boicoteado por varios republicanos destacados, incluido el nominado a la presidencia en el 2012, Mitt Romney, y miembros de la familia Bush, que dio al partido sus dos últimos dos presidentes.
Trump presentó una visión sombría de un país bajo el asedio de los inmigrantes ilegales, amenazado por milicianos islamistas, limitado por una infraestructura deteriorada y debilitado por acuerdos comerciales injustos.
El candidato se comprometió a construir una “gran muralla en la frontera”, y dijo que los inmigrantes ilegales están quitando puestos de trabajo de los ciudadanos del país y en algunos casos cometiendo delitos. “Vamos a detener ésto”, declaró.
Como presidente, Trump dijo que evitará acuerdos comerciales multinacionales, y que en lugar de eso buscará acuerdos con países individuales. También dijo que planea renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que une a Estados Unidos, Canadá y México.
“Nunca vamos a firmar acuerdos comerciales malos”, rugió Trump. “¡Estados Unidos primero!”
El millonario de Nueva York, que nunca ha ejercido un cargo público, llenó su discurso con algunas de las bravatas que utilizó para ganar la nominación republicana, imponiéndose ante 16 rivales.
“Me uní a la arena política para que los poderosos ya no pueden golpear a las personas que no pueden defenderse”, sostuvo Trump. “Nadie conoce el sistema mejor que yo, y es por eso que sólo yo puedo arreglarlo”, agregó.
En su discurso, Trump se presentó como una alternativa a los políticos tradicionales, dispuesto a considerar nuevas opciones frente a problemas molestos y a ayudar a la gente de clase trabajadora que podría sentirse abandonada.
Al presentar su caso contra Clinton, criticó las políticas de construcción de países que entraron en vigor durante la presidencia de George W. Bush, sin mencionar por su nombre al presidente que inició las guerras en Afganistán e Irak.
Trump dijo que la política de construcción de naciones seguida por Clinton en Irak, Libia, Egipto y Siria ha empeorado la situación. La culpó por el auge del grupo Estado Islámico y criticó su postura a favor de recibir a miles de refugiados sirios.
“Después de 15 años de guerra en Oriente Medio, después de billones de dólares gastados y miles de vidas perdidas, la situación es peor que nunca antes. Este es el legado de Hillary Clinton: muerte, destrucción, terrorismo y debilidad”, afirmó Trump.
El asesor de alto rango de Clinton, John Podesta, desestimó el discurso que, según dijo, ofreció “una imagen oscura de Estados Unidos en declive” y lo calificó como un recordatorio de que Trump “no tiene el temperamento y no está calificado para ser presidente de Estados Unidos”.
John Weaver, un asesor del gobernador de Ohio John Kasich, un ex rival de Trump por la nominación republicana, dijo en la red de micromensajería Twitter que Trump ofreció “el discurso de aceptación más triste, oscuro y deprimente en la historia moderna”.