Los Marineros lo canjearon. Los Mellizos lo dieron de baja. E incluso los aficionados de Boston perdieron la fe en David Ortiz en un par de ocasiones luego que el dominicano sufrió para iniciar la pretemporada o tuvo campañas abreviadas por lesiones.
Pero cuando esta temporada de los Medias Rojas haya llegado a su fin y la carrera de Ortiz termine junto con ella, será por decisión propia. El pelotero elegido 10 veces al Juego de Estrellas y tres veces campeón de Serie Mundial —con la posibilidad de una cuarta, si todo sale bien— se encuentra en una de sus mejores campañas y uno de los máximos cierres de una carrera en la historia del béisbol.
Por lo que la pregunta es: ¿Será Ortiz quien en esta ocasión esté tirando la toalla demasiado pronto?
“Querían que se retirara hace siete años. Y ahora que él desea retirarse, nadie quiere que lo haga”, declaró Torii Hunter, su ex compañero con los Mellizos, cuando Ortiz pasó por Minnesota este verano por última vez. “Yo definitivamente pienso que retirarse en la cúspide, esa es la manera de irse”.
Ortiz insiste en que esto ha terminado, y argumenta que sus pies le duelen mucho y de antemano le resulta demasiado difícil a sus 40 años como para considerar el pasar laboriosamente por otra temporada.
He aquí un vistazo a algunos de los momentos en que la gente perdió la esperanza o tuvo sus dudas en el toletero de Boston:
EL CANJE
Seattle firmó a Ortiz, que entonces era conocido como David Arias, un adolescente de 16 años en República Dominicana en 1992. Bateaba para .322 con 18 cuadrangulares y 93 carreras impulsadas, en su primera incursión en la Categoría A, cuando un par de años después la organización evaluó su roster, vio que de antemano contaba con un muy buen bateador designado en Edgar Martínez, un as en el montículo en Randy Johnson y un par de estrellas en ascenso en Ken Griffey Jr. y Alex Rodríguez.
Los Marineros perdieron la serie de campeonato de la Liga Americana en 1995 y decidieron ir por todo la siguiente campaña. A cinco juegos debajo en la división el 29 de agosto, Seattle adquirió al jugador de cuadro Dave Hollins proveniente de Minnesota a cambio de un pelotero por determinar.
El 13 de septiembre de 1996, Ortiz fue enviado a los Mellizos para completar el canje.
DADO DE BAJA
Ortiz fue ascendiendo en las menores la siguiente temporada y debutó en Grandes Ligas al ser mandado llamar en septiembre. En 2002, promediaba .272 al bate con 20 jonrones y 75 carreras remolcadas en 125 partidos.
Al término de la campaña, los Mellizos debían tomar una decisión.
Revisando el historial de lesiones de Ortiz, sus limitaciones defensivas y el hecho de que se esperaba que lograra un aumento salarial en un arbitraje para ganar cerca de dos millones de dólares en 2003, el gerente general Terry Ryan lo dio de baja a fin de crear un espacio en el roster para un infielder que recientemente habían adquirido en el draft de Regla 5, el también dominicano José Morbán. Los Medias Rojas ficharon a Ortiz aproximadamente un mes después por 1,25 millones de dólares con el plan de dejarlo competir por turnos al bate en primera base y como bateador designado con Jeremy Giambi y Kevin Millar.
Para junio, Ortiz era un elemento habitual en la alineación de Boston.
PROBLEMAS EN POSTEMPORADA
Todos en el béisbol recuerdan las gestas Ortiz en postemporada, pero no empezó de esa manera.
No pegó un solo hit en sus primeros 16 turnos al bate para Boston en la Serie Divisional de la Americana en 2003 antes de conectar un doblete en el octavo inning del cuarto partido que ayudó a los Medias Rojas a evitar la eliminación. Boston terminó perdiendo la serie por el campeonato de la Americana frente a los Yanquis de Nueva York en siete juegos.
DESPLOME
Ortiz bateaba por debajo de los .200 en la segunda semana de junio de 2009, y hasta mayo de la siguiente temporada.
En 2012, jugó apenas un partido en las últimas 10 semanas de la campaña debido a una lesión en el talón de Aquiles derecho; sin él, los Medias Rojas terminaron en último lugar divisional con la peor marca en cerca de 50 años. En 2014, el año después de que ganó su tercer campeonato con Boston y el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, los Medias Rojas se estancaron en el sótano y Ortiz se perdió la mayor parte de la última semana de la temporada con problemas de muñeca.
El 9 de junio de 2015, el dominicano promediaba .219 al bate con seis jonrones y 21 carreras producidas. Tras terminar con 37 cuadrangulares y 108 empujadas —ambas cifras sus mejores en casi una década— Ortiz reflexionó sobre la necesidad de constantemente demostrar su calidad a los aficionados en una ciudad en la que había logrado prácticamente todo.
“Se les olvida casi todo lo que he hecho aquí. Simplemente lo arrojan a la basura. No es que hablen sobre alguien que acaba de llegar”, declaró antes del último partido en casa el año pasado. “Tal parece que esperan que yo ande mal para empezarme a criticar. En cualquier momento del año en que esto ocurre, yo simplemente me río”.
Un mes después, en su cumpleaños 40, Ortiz anunció que la temporada de 2016 sería su última.
___
Jimmy Golen