Aunque cerca del 80 por ciento de los afectados o desplazados por la reconstrucción de la carretera interestatal (I-70) en el norte de Denver, Colorado, es de origen latino, sólo uno de cada cinco trabajos relacionados con ese enorme proyecto será destinado a minorías, indicó hoy el Departamento de Transporte de Colorado (CDOT).
“El Proyecto Central 70 es en sí mismo un gran motor económico para toda la región de metro Denver. CDOT quiere asegurarse que esas oportunidades económicas y de empleo estén disponibles para los residentes locales”, comentó en declaraciones preparadas Shailen Bhatt, director ejecutivo de esa agencia estatal.
El proyecto, con un costo inicial de 1700 millones de dólares, ampliará y modificará 16 kilómetros de la I-70 y contará con unos 4000 empleados, impactando principalmente a dos empobrecidos vecindarios en el norte de la capital de Colorado: Globeville con el 68 por ciento de latinos y Elyria-Swansea con el 84 por ciento.
A la vez, según anunció CDOT el año pasado, la Administración Federal de Carreteras (FHWA) proveerá unos 400.000 dólares para el proceso de contratación de minorías, a los que CDOT agregará unos 200.000 dólares más.
Como comparación, se destinarán 5 millones de dólares sólo para el nuevo sistema de riego que CDOT instalará en lo que ahora es una porción elevada de la carretera I-70 que será transformada en un parque elevado.
Además, la contratación de minorías para el Proyecto Central 70 podrá realizarse fuera del área directamente adyacente a la construcción y esas minorías incluyen no solamente a hispanos y a otros grupos étnicos, sino también a mujeres, veteranos y a personas con discapacidades.
Por eso, según la dirigente Candi CdeBaca, de la organización Cross Community Coalition (con sede en Elyria-Swansea), aunque el anuncio “suena bien, probablemente no se cumplirá” ni tampoco “proveerá beneficios reales”.
CdeBaca se opone a la expansión de la I-70, entre otros factores, porque la construcción desplazará a cientos de hispanos de sus viviendas y obligará al cierre o mudanza de decenas de pequeños negocios latinos establecidos hace décadas a ambos lados de la carretera.
Por eso, para la dirigente, el anuncio de CDOT de “cientos de trabajos para dirigentes locales” es solamente “algo para que el proyecto sea más aceptable”.
Pero, CdeBaca no es la única que se opone al proyecto ya que este lunes, un grupo de residentes y empresarios presentaron una demanda judicial en la corte federal de Denver, argumentando que el proyecto debería detenerse por no haber considerado apropiadamente el impacto ambiental del sistema de drenaje propuesto.
También este lunes, el Sierra Club presentó otra demanda en este caso enfocada en supuesto incumplimiento de las leyes federales de calidad de aire. Otras dos demandas similares ya habían sido presentadas con anterioridad.
Por su parte, Anthony DeVito, director del proyecto, indicó en declaraciones enviadas a Efe, que 148 organizaciones comunitarias respaldan la iniciativa y que el compromiso comunitario de CDOT “sobrepasa al de proyectos similares en Colorado o en cualquier otro lugar de Estados Unidos”.