Los senadores hispanos Marco Rubio y Bob Menéndez pidieron hoy a la Organización de los Estados Americanos (OEA) que investigue la violencia en las protestas contra el Gobierno en Nicaragua, que ha dejado al menos 30 muertos.
En una carta, dirigida al secretario general de la OEA, Luis Almagro, los dos legisladores de origen cubano le solicitan que “trabaje con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para llevar a cabo una investigación inmediata y completa”.
“Elogiamos su voluntad para alzar la voz contra los abusos que están teniendo lugar en Nicaragua y le urgimos a trabajar con la CIDH para investigar estos incidentes inmediatamente y trabajar con socios internacionales para llevar justicia a esas familias y rendición de cuentas a las fuerzas policiales”, indicaron.
“Esas fuerzas (policiales) deben entender que no pueden actuar con impunidad”, agregó la misiva, enviada hoy a la prensa por Rubio (republicano) y Menéndez (demócrata).
La OEA no tiene prevista ninguna reunión de su Consejo Permanente esta semana, pese a la gravedad de los sucesos ocurridos en Nicaragua desde que comenzaron las protestas hace ocho días.
Almagro emitió un comunicado oficial el pasado domingo condenando “la violencia que ha causado más muertes en Nicaragua”, pero evitó atribuirla a un actor o actores específicos.
Ayer martes, escribió un mensaje en Twitter celebrando el anuncio de la Conferencia Episcopal de Nicaragua sobre el inicio del diálogo convocado por el presidente, Daniel Ortega.
“Esperamos que genere resultados para resolver los temas institucionales que afectan al país”, afirmó.
La CIDH, órgano autónomo de la OEA, condenó ayer las muertes en las protestas y anunció que pedirá a Ortega autorización para hacer una visita de trabajo al país.
En un comunicado, la Comisión exhortó al Estado a garantizar “el estricto apego a los principios generales de legalidad, excepcionalidad, proporcionalidad y absoluta necesidad en el uso de la fuerza en contextos de protesta social”.
Como resultado de los diferentes actos de violencia registrados en las protestas de Nicaragua, las organizaciones no gubernamentales y la Cruz Roja nicaragüense contaban hasta hoy al menos 30 muertos, entre ellos dos policías, un adolescente y un periodista, 428 heridos, y más de 200 manifestantes arrestados o desaparecidos.