Trump, que ha manifestado su deseo de mejorar las relaciones con Rusia, no dijo si considera levantar las sanciones estadounidenses contra la antigua nación soviética, y afirmar en conferencia de prensa que “ya veremos qué sucede. Respecto a las sanciones, es muy pronto para hablar de eso”.
Sin embargo, dos prominentes senadores republicanos —John McCain, presidente de la Comisión de Servicios Armados, y Rob Portman, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores— advirtieron a la Casa Blanca que no relaje las medidas punitivas impuestas a Moscú y se comprometieron a convertir en ley las sanciones.
“Confío en que el presidente Trump ponga fin a las conjeturas y rechace un curso tan imprudente”, declaró McCain en un comunicado. “Si no lo hace, trabajaré con mis colegas para convertir en ley las sanciones contra Rusia”.
Portman señaló que levantar las sanciones “por cualquier razón que no sea un cambio en el comportamiento que las provocó enviaría un mensaje peligroso a un mundo que ha comenzado a poner en duda los valores del liderazgo estadounidense y la credibilidad de nuestros compromisos después de ocho años de políticas del gobierno de Obama”.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, de Wisconsin, también apoyó las sanciones.
“Me parece que las sanciones fueron tardías. Creo que Obama las impuso tarde y creo que deben mantenerse”, dijo Ryan en una entrevista con la publicación Politico.
Las autoridades de inteligencia de Estados Unidos han concluido que Moscú se entrometió en las elecciones de 2016 para ayudar a Trump a ganar la presidencia.
A finales de diciembre, Obama ordenó sanciones contra las agencias de espionaje de Moscú, cerró dos inmuebles y expulsó a 35 diplomáticos de Rusia que eran espías a decir de las autoridades estadounidenses.
Tales medidas punitivas se sumaron a las que Estados Unidos impuso a Rusia por las acciones de Moscú en Ucrania. Esas medidas de castigo han perjudicado a la economía rusa pero han tenido repercusiones limitadas en el proceder de Putin.