Santiago, R.D.- Felipe Rosario, es un joven que forma parte de los mil 200 hombres y mujeres dedicados a buscar materiales vendibles en el “Eco Parque Rafey” ubicado sector Cienfuegos.
Tiene 26 años tiene de edad.
Lleva 8 años trabajando en el vertedero y no les da avergüenza.
Vive el momento, porque establece que sueña con ser un gran médico.
Está matriculado en la Universidad Tecnológica de Santiago –UTESA- donde estudia la Carrera de Medicina.
Al conversar con ciudadanos ofrece una sonrisa muy de él.
Es reciclador en el vertedero de Rafey en Santiago y con lo que obtiene en dinero con el cual costea sus estudios.
En el país se lucha por construir una mejor visión.
A la mayoría de los buzos les da vergüenza ser lo que son, no obstante a Rosario lo engrandece ya que desde ahí piensa, Dios mediante graduarse de médico.
Este joven confiesa “vivo feliz trabajando y estudiando porque sé que algún día todo será mejor” con la ayuda de Dios.
“Y los recicladores luchan a fin de que se le reconozca su trabajo”, Rosario avanza hacia su objetivo de ser un gran profesional de la Medicina.
Inicios.
Es nativo del municipio Cotuí provincia Sánchez Ramírez situado en el Cibao Oriental.
Desde allí se traslado junto a sus familiares en el año 2009.
Sin expectativas de trabajo, se instaló en el barrio de Santa Lucía antigua La Mosca.
A poca distancia de la casa de sus familiares está el vertedero de Rafey.
Tras algunos días sin perspectivas, optó por ir al vertedero y de manera típica y nervioso se dedicado a recoger materiales vendible.
Cada vez se aferra a su oficio y ve cómo mucha gente trabajaba allí.
En su segundo día de visita al “Eco Parque Rafey” Rosario se quedó a ver si ganaba por lo menos lo de pagar la casa y ayudar a su madre.
“Fue un momento muy difícil, pero yo quería trabajar porque quería ir a la Universidad a estudiar ciencias políticas.
Y aquí en el vertedero me quedé ya que me fue muy bien”.
El tiempo pasa y hace cuatro años que con el dinero ganado en el vertedero, Felipe Polanco cumplió su sueño de inscribirse en la Universidad.
Inicio sus estudios en Ciencias Políticas y se dio cuenta que su trabajo y esta Carrera no eran compatible y decide cambiarla por la de Medicina.
“Me di cuenta que esa era mi verdadera vocación y desde donde voy a ayudar a mi familia, a mis compañeros de trabajo a cuidarse mejor”, explica.
Tras decir esto, señala que un 20% de los jóvenes que laboran en Rafey no han tenido ningún nivel de escolaridad.
La mayoría del otro 80% ha terminado el bachillerato y no se ha interesado en llegar a la Universidad.
“Solo yo estoy en la Universidad y yo la voy a terminar con la ayuda de Dios y de mí mismo”, dice.
Ahora me aprobaron una beca y estoy muy contento, dijo.
Residuos.
En su avance como buzo, Felipe Polanco cuenta que trabaja en el proyecto Zack, que resalta la importancia de una adecuada gestión de residuos y el potencial de co-procesamiento de residuos para la reducción de las emisiones de GEI.
“Todo se aprovecha porque hasta ahora de unas 5 mil toneladas de desechos que ingresan al vertedero de Rafey a diario solo un 10% es material de aprovechamiento para los recicladores.
Con este tema, más del 80% de esos desechos podrán ser reciclados.
Para Polanco significa una gran ganancia para nosotros económicamente, pero, además, un aporte al medio ambiente”, dice.
Para citar un ejemplo habla de las gomas, que al final se entierran y se queman.
Con este proyecto y material se aprovecha para otras cosas.
“Zack debió llegar antes ya que creo ahora es de gran oportunidad para desarrollarnos como recicladores ya que genera más dinero para todos”.