Por Agustín de la Cruz (Sugar) |
-Los cómicos “Raymond Pozo y Miguel Céspedes”, nos recuerdan la época de apogeo de “Nelson de la Olla y su Banda Chula”, quien no dejaba escapar la más mínima oportunidad para sacarle filo a trabes de su música, a cualquier situación que llamará a la atención en el país.
Entendemos que independientemente de sus creencias religiosas, ambos comediantes viven de la comedia, es el caso de muchos nuestros artistas inscritos en la fe cristiana, pero que continúan sosteniéndose económicamente de la gozadera mundana.
Raymond&Miguel, tienen todo el derecho de seguir diezmando a través de la comedia, pero su formato no puede ser el mismo que utilizaría cualquier mundano pecador, su léxico, expresión y actuación, están obligados a ser sanos, no pueden venderse como Juan Luis y comportarse como El Mayor.
Toda sátira burlona, incrementa el morbo, fortalece el amarillismo y, a su vez ofende, eso ellos lo saben de más, como deben saber también que ése no debe ser su papel frente al público, frente a su iglesia, su creencia, ni frente a ese Dios adoran.
Los cómicos del cristianismo “Raymond Pozo&Miguel Céspedes”, deben revisar sus trabajos, antes de hacerlo público y como buenos cristianos, ponerse en el lugar de su prójimo, para estar seguros de no lastimar a nadie a través de la burla, pues a ellos no les luce hacer rating, con la desgracia ajena.