El cantante español Raphael abrió este viernes en la ciudad mexicana de Mérida su gira por América, titulada “Loco por cantar”, a la que dio inicio al entonar con entusiasmo uno de los temas: “Esta vez sí, habrá fiesta en el palacio, de las caras largas que no creen en nada”.
El recital comenzó a las 21.05 hora local (03.05 GMT del sábado) en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, donde sonaron los acordes de “Infinitos bailes”, cuyas letras recibieron los aplausos de aprobación de unas 2.000 personas, al igual que otras dos nuevas canciones del “Divo de Linares”, que subió al escenario vestido como siempre: de negro y elegante.
“Estas primeras canciones son de mi nuevo disco ‘Infinitos bailes’, pero esta noche yo sé por qué habéis venido”, dijo, y el recinto se llenó de gritos y aplausos cuando el español interpretó “Mi gran noche”.
Raphael reveló el cariño que siente por Mérida, capital del estado suroriental de Yucatán, ya que después continuará la gira por Villahermosa, Tijuana, Mexicali, Chihuahua, Ciudad Juárez, Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, y a partir de abril viajará a Estados Unidos.
Después de América, el artista regresará a su natal España para terminar la segunda fase del tour, que se desarrollará en Málaga (28 de julio), Granada (9 de octubre), Madrid (22 de noviembre) y Barcelona (28 noviembre).
Aunque Raphael ha llevado su música a los escenarios más importantes del mundo, como el Carnegie Hall de Nueva York, el Palacio de Bellas Artes de México, el Opera House de Sydney y el Oktabraskaya de San Petersburgo, el intérprete de “Estar enamorado”, “Como yo te amo” y “Qué tal te va sin mi” decidió iniciar en Mérida la gira 2018.
“Es un privilegio tener aquí en Mérida a Raphael; es un gran cantante, su trayectoria es impresionante”, señaló una admiradora del artista, quien lleva a cuestas 56 años de carrera.
El “Divo de Linares”, que tiene 326 discos de Oro y 49 de Platino y es el único cantante de habla hispana que cuenta con uno de Uranio que se ganó por ventas de más de 50 millones de copias, se mostró lleno de vida sobre el escenario y compartió con el público sus deseos y ansias de seguir “Loco por cantar”.
El concierto fue una mezcla de “Infinitos bailes” y de los éxitos de siempre, desde esos que cantó por primera vez en 1962 cuando inició su carrera en el Festival de Benidorm.
Desde esa fecha hasta hoy, Raphael sigue siendo el “Divo de Linares” por su voz prodigiosa y su particular forma de interpretar. efe