Derek Carr completó tres pases de anotación en el segundo cuarto pero abandonó el terreno en el último periodo, por una fractura en la pierna derecha, que empañó la victoria conseguida el sábado por los Raiders de Oakland, 33-25 sobre los Colts de Indianápolis.
La fractura de peroné de Carr nubla el panorama de los Raiders (12-3), que están teniendo su mejor campaña en 14 años.
“Verlo abandonar así el terreno nos hirió”, dijo el linebacker Bruce Irvin. “Ni siquiera sentimos como que hubiéramos ganado el partido”.
Oakland aseguró la semana pasada su primer boleto de playoffs desde 2002. Podría coronarse en la División Oeste de la Conferencia Americana y descansar en la primera ronda de la postemporada si gana la próxima semana en Denver o si Kansas City pierde uno de sus últimos dos compromisos.
Pero todo ello se volvió de pronto menos relevante, comparado con la salud de Carr. El quarterback de tercer año ha resurgido en Oakland con 28 pases de touchdown y siete remontadas en el último cuarto durante esta temporada.
Ahora, los Raiders tendrán que disputar los playoffs con Matt McGloin en los controles.
Carr se lastimó en el comienzo del cuarto periodo, cuando Oakland ganaba por 33-14. Fue capturado por Trent Cole.
El mariscal de campo permaneció varios minutos en el terreno, quejándose por el dolor, mientras recibía atención de los kinesiólogos. Con ayuda, se dirigió a un costado, sin apoyar la pierna derecha, mientras el público pedía a coro que se le diera el premio al Jugador Más Valioso de la campaña.
La radiografía confirmó la fractura. El quarterback se someterá el domingo a una cirugía.
“En cuanto llegué ahí, me dijo ‘creo que está fracturada”’, relató el entrenador Jack del Río.
Y en el Coliseum, el gozo se fue al pozo.
“Es muy triste”, expresó el tackle izquierdo Donald Penn. “Estoy decepcionado conmigo mismo, porque quien lo capturó fue el chico al que yo debía detener”
Indianápolis quedó con foja de 7-8.
