Para casi todas las áreas del comportamiento humano, existe un especialista. Tenemos profesionales que son expertos en traducir el lenguaje corporal, que muchas veces es más significativo y evidente que lo que se está diciendo. Hay otros, cuya especialidad es la interpretación de lo que se quiere decir. No exactamente de lo que una persona expresó por medio de la palabra.
En el caso del comunicador José la Luz, la mayoría oímos lo que él dijo. Pero a nosotros, más bien lo que nos preocupa y nos gustaría saber es “que no dijo”. Sería sumamente interesante.
Al parecer y esto ya lo habíamos comentado con algunos compañeros, estamos frente a una persona con problemas de “personalidad histriónica”. Cuyas características van desde la búsqueda constante de consuelo y de aprobación por parte de los demás, hasta una exagerada sensibilidad y susceptibilidad ante las críticas o la desaprobación. No se sienten cómodos en las situaciones en las que no son el centro de atención. Una baja tolerancia a la frustración y fanáticos del egocentrismo, entre otras cosas.
Este trastorno históricamente se ha visto como una condición difícil de tratar, pero sí existen tratamientos. No somos ni psicólogos ni siquiatras, por lo que no estamos dando un diagnóstico de ningún tipo de enfermedad, pero, preocupado por el compañero de partido, queremos dar una voz de alarma.
Al parecer, un gran alud mental se desbordó y abrió una enorme y repentina brecha en la Seguridad Perimetral verbal del buen amigo José, que no le dio tiempo para apretar su Botón de Pánico oral y ha arrastrado por la cuneta su Liderazgo Responsable.
¡Qué lástima!