Las principales formaciones políticas de Haití han propuesto al senador Joseph Lambert como presidente provisional de cara a ocupar el vacío de poder que vive el país tras el asesinato del mandatario Jovenel Moise esta semana.
Varias formaciones entre las que se encuentra el Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), que gobierna en el país, consideran al presidente tercero del Senado, Joseph Lambert, como sucesor de Moise en el Palacio Nacional, recoge la web local Haiti24, aunque el procedimiento se antoja bastante complicado.
De momento, Lambert cuenta con la aprobación de ocho de los diez senadores activos en la cámara alta del Parlamento. El Senado está formado por 30 escaños pero una veintena permanecen sin ocupar al haber expirado los mandatos de sus senadores, después de la cancelación de las elecciones generales aplazadas en 2019.
Asimismo, la Cámara de los Diputados, la cámara baja del Parlamento, permanece vacía.
Lambert ha comparecido en las redes sociales a última hora del viernes para, por lo menos, expresar su “humilde gratitud” a las instituciones políticas que le han concedido su respaldo, y manifestado su intención de cimentar el camino hacia una transición democrática de poder.
Además queda pendiente de resolver la nominación de Ariel Henry como primer ministro del país, elegido en su momento por Moise. Sin embargo, su ceremonia de toma de posesión, prevista inicialmente para el miércoles, fue suspendida tras el asesinato del presidente. A ello hay que añadir que el ministro de Exteriores, Claude Joseph, se ha declarado jefe de Gobierno en funciones y lleva días hablando con representantes de gobiernos internacionales.
Por otro lado, el portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, ha declarado que Naciones Unidas se está manteniendo en contacto con los líderes haitianos y otros interlocutores y ha destacado la urgente necesidad de llegar a un compromiso político inclusivo para “mantener la estabilidad y trazar el camino a seguir”.
“La solución a los desafíos de Haití vendrá de los propios haitianos. Seguimos apoyando a Haití y al pueblo haitiano para brindar apoyo”, ha defendido Dujarric.
Más allá del clima político del país caribeño, la ONU ha hecho también especial hincapié en el aspecto humanitario de Haití, ya que el asesinato de Moise puede poner en riesgo los esfuerzos para responder al reciente aumento de casos de la COVID-19 en el país.
“La situación también amenaza los esfuerzos para brindar asistencia humanitaria, especialmente alimentos y agua, a las personas que han sido desplazadas internamente debido a los recientes ataques de pandillas”, ha zanjado el portavoz.