Pese a que solo alrededor de 35 por ciento de las lesiones precancerosas de las mamas se transforman en cáncer cuando no se las trata, los médicos no logran identificar cuáles son las lesiones potencialmente peligrosas.
Por ello, todas las mujeres diagnosticadas con carcinoma ductal in situ se someten al tratamiento tradicional con cirugía y, posiblemente, terapia hormonal más radiación.
Sin embargo, los investigadores de Mayo Clinic actualmente están por probar una vacuna que esperan sustituya a las terapias normales y evite la recurrencia en algunas pacientes, o quizás en todas.
El ensayo
El Dr. Keith Knutson (doctor en investigación), director del Programa de Investigación sobre el Cáncer de los Laboratorios para Descubrimiento y Traducción de la sede de Mayo Clinic en Florida, recibió un subsidio de 3.7 millones de dólares del Departamento de Defensa de Estados Unidos para llevar a cabo un ensayo clínico de fase II que probará una vacuna creada para establecer inmunidad de por vida contra el desarrollo de lesiones precancerosas.
Si esto termina en éxito, la vacuna puede sustituir a la terapia actual contra el carcinoma ductal in situ y convertirse en parte de las vacunas habituales de las mujeres
“En última instancia, deseamos eliminar al carcinoma ductal in situ, lo que significa evitar cirugías que desfiguran el cuerpo y terapias tóxicas en las 60.000 mujeres a quienes anualmente se diagnostica cáncer de mama en Estados Unidos”, comenta el Dr. Knutson, creador de la vacuna.
Según el doctor Knutson, la eliminación del carcinoma ductal in situ también reduciría significativamente la carga general del cáncer de mama.
La vacuna
A partir de 2017, el Dr. Knutson y sus colegas en las sedes de Mayo Clinic de Florida y Rochester (Minnesota), probarán la vacuna en 40 o 45 pacientes con carcinoma ductal in situ.
A estas pacientes, primero se las tratará con la vacuna; seis semanas después, se las operará (mastectomía parcial o completa) y luego se les administrará otra terapia estandarizada. Durante las primeras seis semanas, los médicos vigilarán a las pacientes para ver si las lesiones del carcinoma ductal in situ reaccionan a la vacuna.
“La esperanza es que desparezcan”, acota el Dr. Knutson, quien luego opina que de tener éxito, se podrían diseñar ensayos clínicos para probar la posibilidad de que la vacuna sea una “alternativa segura al tratamiento tradicional y problemático” del carcinoma ductal in situ.
La vacuna a probarse en el carcinoma ductal in situ también fue probada anteriormente en un ensayo clínico de fase I. Esta vacuna apunta contra el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER-2), un oncogén conocido por su función en el desarrollo y avance de un subtipo agresivo del cáncer de mama conocido como HER-2 positivo.
“No se sabe si la vacuna funciona solamente en el cáncer de mama HER-2, pero creemos que una vez que se genera una respuesta inmunitaria contra la lesión del carcinoma ductal in situ, no importa el subtipo de cáncer en el que la lesión pueda convertirse”, dice el Dr. Knutson.