No había ninguna duda que el bateo explosivo de los Dodgers de Los Angeles iba a hacerle daño al irregular “bullpen” de los Astros de Houston y eso sucedió en el Cuarto Partido del “Clásico de Otoño” cuando el designado Joc Pederson pegó jonrón de tres carreras en la parte alta de la novena entradas y su equipo lo ganó por 6-2 para conseguir empatar a 2-2 la serie al mejor de siete.
Junto a Pederson el primera base novato Cody Bellinger también fue decisivo al encender la mecha de la ofensiva de los Dodgers con dos dobletes, incluido con el que abrió el noveno episodio, cuando el bullpen de los Astros quedó al descubierto de todas las limitaciones y carencias que poseen.
Antes que llegase el hundimiento de los Astros, el equipo tejano tuvo dominado a los Dodgers y con ventaja en el marcador de 1-0 hasta que en la parte baja de la séptima entrada, con el relevista Ken Giles en el montículo por los Astros, Bellinger pegó el primer doblete e inició la remontada del equipo angelino.
Bellinger anotó la carrera del empate y luego volvió a repetir la misma medicina en el noveno para comenzar el racimo de las cinco carreras decisivas logradas por los Dodgers.
Los Dodgers estaban a tres entradas de hundirse dentro de un hoyo profundo en el Clásico de Otoño. Pero el novato Bellinger se acordó de que podía batear.
Bellinger se había ido sin hit en 13 turnos durante la serie, pero su doble produjo la carrera del empate en el séptimo episodio y fue lo que le dio la oportunidad para luego destruir al relevo de los Astros, que además no tuvieron las mejores decisiones del piloto A.J.Hinch, que volvió a confiar en Giles cuando ha fallado por completo en la fase final.
Mientras, Bellinger exclamaba: “Es un milagro!”, cuando alcanzó por primera vez la intermedia, desde donde luego llegaría su carrera del empate a 1-1 en la pizarra.
“Sabíamos que podíamos reaccionar en cualquier momento y demostrar que este equipo tiene todos los elementos para ganar a cualquier rival”, comentó Bellinger. “Cierto que el pitcheo de los Astros con sus relevistas ya no fue tan hermético que cuando estuvo el abridor Charlie Morton”.
El abridor de los Astros había maniatado al bateo de los Dodgers, que solamente le pudieron hacerle contacto con la pelota tres veces y cedió una carrera limpia para sacar siete ponches.
Bellinger se fue de 4-2 con dos anotaciones e impulsada, mientras que Pederson tuvo de 4-1 con tres carreras producidas y una anotación.
Lo mismo sucedió con el zurdo Alex Wood, que trabajó para los Dodgers y hasta el sexto episodio estuvo sin hit hasta que el jardinero de origen puertorriqueño George Springer le pegó jonrón solitario con dos “outs” en la pizarra para darle a los Astros la ventaja parcial de 1-0.
“Tuvimos una gran oportunidad de haber logrado la victoria, pero luego ellos surgieron con su mejor bateo e hicieron la diferencia a su favor”, declaró Springer. “Los triunfos y las derrotas son siempre de todo el equipo”.
Los seguidores de los Astros que llenaron el Minute Maid Park, donde el equipo de Houston tenían marca perfecta de 7-0 en los partidos de playoffs, se entusiasmó al presentir que con el jonrón de Springer podrían colocarse a un triunfo de luchar el domingo el título de la Serie Mundial, que jamás ha podido obtener en sus 56 años de historia.
En vez de ello, la Serie Mundial volverá a Los Ángeles, sin importar lo que ocurra en el quinto juego del domingo con los abridores Clayton Kershaw por los Dodgers, enfrentando a Dallas Keuchel que trabajara por los Astros.
Se trata de los mismos protagonistas del primer juego, cuando Kershaw (1-0) llevó a Los Ángeles a un triunfo por 3-1.
Esta vez el partido no dejó a ningún pelotero latinoamericano que tuviese protagonismo en el juego ofensivo de ambos equipos después por los Dodgers, el cubano Yasiel Puig se fue de 4-0 y el puertorriqueño Kike Hernández tuvo de 4-1.
Mientras que por los Astros, los venezolanos José Altuve y Marwin González se fueron de 4-0 y 2-0, respectivamente.
El puertorriqueño Carlos Correa de 2-0, y el cubano Yuli Gurriel, decisivo en el Tercer Juego, también se marchó en blanco en tres turnos al bate.
Antes del partido, Gurriel, que fue decisivo en el Tercer Juego, conoció la suspensión por cinco partido sin sueldo que le impuso el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, a cumplir en la temporada del 2018 por el gesto racista que la noche anterior había hecho contra el abridor japonés Yu Davish, al que también llamó “chinito”, terminó despectivo que no gusta en Japón.
El bullpen de los Astros fracaso por completo con Giles (0-1), que cargó con la derrota y Joe Musgrove que tampoco pudo apagar el fuego.
Ambos fueron castigados con las cinco carreras que anotaron los Dodgers.
Giles fue incapaz de sacar un sólo “out” y cedió dos imparables, con tres carreras limpias y dio una base por bolas en 8 lanzamientos que hizo con sólo tres que colocó en la zona del “strike”.
Musgrove comenzó bien, pero al final cedió el jonrón de tres carreras de Pederson y tampoco pudo ayudar a los Astros a evitar la derrota.
La victoria fue para el también relevista Tony Watson (1-0), que trabajó perfecta la octava entrada, mientras que el cerrador curazoleño Kenley Jasen que se encargó de trabajar los tres últimos “outs” del partido a pesar que permitió jonrón solitario al tercera base Alex Bregman cuando ya estaba todo decidido para los Dodgers.