Miami.- La organización mundial Operación Sonrisa, que se alista este año para su aniversario 35, señaló que la cirugía de labio y/o paladar hendido más que una cuestión estética es una opción de vida para millones de niños que nacen con esta deformación facial.
Giannina Guell, directora de desarrollo para Suramérica de esta organización médica, dijo a Efe que se trata de una problemática “de vida o muerte”, porque son niños que pueden morir, especialmente por falta de alimentación.
Según la experta, los niños y adultos afectados enfrentan dificultades para comer, lactar, hablar, escuchar o respirar correctamente.
“Como tienen su nariz y su boca conectada, no pueden comer o botan la mitad de lo que tratan de comer”, precisó.
Añadió que un bebé que nace con labio y/o paladar hendido tiene el doble de probabilidades de morir antes de cumplir su primer año de vida.
Operación Sonrisa estima que cada tres minutos nace un niño con estas hendiduras en su boca, es decir uno de cada 500 a 750 nacimientos.
La organización, que operó unos 12.000 pacientes en 2016, señaló en su informe de ese año que sólo 7,3 % de las personas afectadas con estas deformaciones, que también se conoce como labio leporino, sobreviven hasta los 15 a 19 años.
Indicó que la mayoría de los cirujanos coinciden que un labio leporino debe ser arreglada antes de que el bebé tenga 3 meses de edad, y que una fisura palatina debe ser reparada entre las edades de 12 y 18 meses.
En América Latina y el Caribe casi un millón de personas viven con labio y/o paladar hendido, región en donde Operación Sonrisa ha intervenido a más de 53.000 pacientes.
Guell explicó que además del tratamiento quirúrgico gratis para los pacientes en unos cuarenta países en donde tienen misiones, Operación Sonrisa lidera en el mundo la investigación sobre la causa específica de estos defectos de nacimiento.
Precisó que apenas se conoce que una mala de alimentación, el tabaquismo o consumo de droga por parte de los padres, y el uso de pesticidas para productos agrícolas pueden aumentar la probabilidad de nacer con estas deformaciones.
De igual forma, señaló que hay también posibles razones genéticas o que puede ocurrir cuando se registran concepciones entre miembros de un mismo clan familiar, lo cual sucede especialmente en comunidades indígenas.
“Nuestra meta a largo plazo es saber por qué pasa la también llamada fisura labio palatina”, manifestó la experta, quien dijo que los países asiáticos tienen la mayor incidencia de estas hendiduras.
Operación Sonrisa tiene el récord más completo de pacientes y de su información, con datos sobre estilo de vida, para determinar a ciencia cierta la causa de las deformaciones.
Según la organización, con sede en Virginia (EE.UU.), donde nació su fundador, solo bastan 45 minutos y unos 240 dólares para ayudar a proporcionar una cirugía a un niño con una condición de hendidura.
La organización presentó por estos días la campaña global “Hasta que sanemos”, que busca abordar la falta de acceso a cuidados quirúrgicos.
La idea es comprometer a personas a abogar por una cirugía segura y “poder realmente celebrar estos 35 años”, manifestó Guell.
La propuesta ha recibido el apoyo de la primera dama de Honduras, Ana García de Hernández; la esposa del presidente electo de Ecuador, Lenín Moreno, además del vicepresidente de Paraguay, Juan Afara.
Guell señaló también que el Programas de Liderazgo Estudiantil es un importante pilar en la recaudación de fondos para el movimiento que hace más tres décadas comenzó el cirujano plástico William Magee para erradicar estas deformaciones faciales de nacimiento.
“Los estudiantes desde pequeños se van involucrando en la saber la realidad, que hay muchos niños al otro lado del mundo que no tienen la bendición de poder ir al doctor”, manifestó Guell.
La directiva dijo que estos jóvenes a través de campañas de recaudación de fondos apoyan el trabajo de Operación Sonrisa, que ha sobrevivida gracias a los voluntarios médicos y no médicos, los patrocinadores, los donantes y la ayuda de hospitales estatales que prestan sus instalaciones.