La oposición venezolana anunció el miércoles que superó el mínimo requerido de firmas válidas para activar un referéndum con el que busca revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro.
Tras semanas de retrasos, miles de adversarios del mandatario venezolano empezaron el lunes un proceso de validación de firmas requerido por el árbitro electoral para los 1,3 millones que solicitan se dé comienzo al proceso.
La validación de firmas continuará hasta el viernes. Después, el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene hasta finales de julio para revisarlas y anunciar si se cumplieron los requisitos para iniciar el proceso que podría acortar el mandato de Maduro, que finaliza a principios de 2019.
“Ya pasamos la meta, tenemos más de 236.000 firmas validadas, pero no nos conformemos”, dijo el miércoles el alcalde de un municipio capitalino, el opositor Carlos Ocariz.
El CNE no se pronunció al respecto.
La oposición busca revocar a Maduro por considerarlo el principal responsable de la crisis que sufre Venezuela, golpeada por una inflación de tres dígitos, sumido en una recesión económica y cuyos pobladores deben hacer largas colas para comprar alimentos escasos.
El CNE estipula que son necesarias unas 200.000 firmas para iniciar el proceso del revocatorio, que el propio Maduro ha dicho que no se llevará a cabo este año.
De proceder la validación, la oposición deberá reunir 3,9 millones de firmas en no más de tres días. En el caso de lograrlo, el CNE tiene 15 días para revisarlas, pudiendo rechazarlas y solicitar nuevas firmas, como ocurrió cuando la oposición intentó revocar al fallecido Hugo Chávez en 2004.
Si el CNE considera que se ha alcanzado el número requerido de firmas y huellas, debe convocar el referéndum dentro de los siguientes 90 días. Para que el mandato de Maduro se considere revocado deben votar a favor de su salida igual o mayor número de electores de los que lo escogieron en el 2013: 7,5 millones.
La oposición argumenta que las rectoras del CNE están dilatando el referéndum para que no se realice este año, ya que la Constitución estipula que si Maduro es revocado a partir de 2017 será su vicepresidente quien asuma su mandato y no se realizarían nuevas elecciones.
Ocariz denunció el miércoles que el CNE colocó escasos puntos para validar las firmas y en zonas alejadas de las principales ciudades, con el objeto de desmovilizar a la población. A pesar de ello y de la lluvia, miles de venezolanos acudieron a verificar sus datos filiatorios desde el lunes.
“Denunciamos la operación que se hizo en la mayor parte del país para hacer más lento el proceso”, dijo Ocariz.
“Hemos superado la meta pero, como conocemos a este Gobierno, es necesario tener un colchón”, agregó, recordando que el CNE invalidó el 30 por ciento de las casi dos millones de firmas que recolectó la oposición en mayo para convocar al revocatorio.