Cuando se participa en un proceso electoral triunfante, los militantes del partido ganador no pierden las esperanzas de un nombramiento en el gobierno, siempre aparecerá un compadre, un viejo amigo o compañero que busca fortalecer su grupo, por lo que a pesar de la palabra del señor presidente de paralizar los nombramientos, las esperanzas de formar parte de la estructura del gobierno siguen brillando para que el sueño de vincularse al estado no muera.
Entiendo, que dentro de un tiempo prudente, algunos dirigentes de las seccionales de la Florida serán integrados al gobierno, porque sería un desacierto del PRM incumplir a su militancia, pero mayor desacierto sería, si lo poco o mucho que logren vincular a las instituciones del estado, los nombren fuera del estado de la Florida.
Aunque el PRM fue el partido ganador en las pasadas elecciones en la Florida, obteniendo más de 60% de los votos emitidos, no fue su mejor porcentaje, tampoco el partido y sus candidatos locales lucieron también en las elecciones internas.
A pesar de que el partido del presidente Luis Abinader se llevó los honores, la suma de los votos contados, no fue la más deseada, pues aunque el padrón electoral en Miami fue aproximadamente de 10,000 inscritos más que en el 2020, el % obtenido fue menor que en las elecciones pasadas y el número de votantes a favor del PRM fueron apenas 200 votos más que el 2020.
Entiendo, que sería una acción imprudente de parte del PRM, sacar los dirigentes de la Florida o de las zonas donde han crecido políticamente, para vincularlos al gobierno en países o regiones con nula o mínima acción partidista.
Las elecciones generales del 2028 no serán nada fácil para los partidos que aspiran a ganarla, especialmente para el PRM que luce como una federación de grupos. Acción grupal que se refleja, no solo en los cabezas de tendencias, sino también en cualquier aspirante a cargo dentro del partido o a puestos congresuales o municipales, de no actuar con prudencia, al PRM se le puede complicar la continuación en el poder, por lo que es saludable y razonable, colocar sus dirigentes en lugares donde puedan rendir políticamente.
Quizás esto sea lo más sensato para ese partido político
