Debe ser un gran honor para cualquier ciudadano del mundo, que un presidente de la República se declare admirador de ese ciudadano. Esto sucedió en nuestro país, cuando el entonces presidente de la República, Dr. Leonel Fernández, se declaró “Vinchista – Balaguerista”, refiriéndose al Dr. Marino Vinicio Castillo y al Dr. Joaquín Balaguer.
El agradecimiento de nuestro querido Vincho, debe ser eterno.
Pero creemos que ese agradecimiento, como todo en la vida, debe tener un límite.
La obsesión mostrada por el clan Vincho, con el posible retorno del Dr. Leonel Fernández y su evidente animadversión a su antiguo aliado, de quien fueron sus colaboradores, el Licenciado Danilo Medina, no debe llevarlos a seguir cometiendo errores, como, por ejemplo, unirse con un sector al que combatieron rabiosamente en el pasado cercano.
Este introito se debe a que se ha regado como pólvora los rumores de que fue en este sector donde se originó el pedido que acaba de hacer el senador demócrata de los Estados Unidos de América, Robert (Bob) Menéndez, pidiéndole en una descarada carta al secretario de estado de los Estados Unidos, señor Michael Richard “Mike” Pompeo que intervenga unilateralmente en asuntos que solo competen a los dominicanos.
Esta situación se agrava, si tomamos en cuanto que se está actuando por simples presunciones, pues hasta este momento, el presidente Danilo Medina Sánchez no ha enviado ningún proyecto de ley donde pida que se cambie la Constitución dominicana.
Cosa, por demás, a la cual el presidente Medina tiene pleno derecho, pues la misma Constitución instruye como debe cambiarse sin violentarla.
Nosotros nos resistimos a creer en esos rumores.
Estamos seguros, doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez, que usted, como nieto del general Manuel María Castillo Medrano, quien luchó en la guerra de la Restauración y se enfrentó a la primera ocupación estadounidense y bisnieto del general Manuel Castillo Álvarez, uno de nuestros héroes de la guerra de independencia dominicana, quien era primo de Ramón Matías Mella Castillo y conociendo sus fraternales relaciones con el Senador demócrata Robert Menéndez, hará todo lo posible para que este senador, trate de enmendar este desaguisado.
Sería otro de los grandes servicios que usted y su familia le han brindado a la patria.
Dr. Castillo, emerja, como siempre, por encima de todas estas miserias.
Apague eso rumores.
Carlos McCoy
CarlosMcCoyGuzman@gmail.com