Nissan ha encontrado la gallina de los huevos de oro, y se llama Rogue. Este SUV mediano ha ido ganando terreno de forma solapada, casi con la sutileza con que un felino se acerca a su presa en la selva, y créanme, las “presas” llamadas Honda CR-V, Ford Escape y Toyota RAV4, deben de estar preocupadas. En la actualidad, 3 plantas están dedicadas a la producción del Rogue, y el fabricante aprovecha la bonanza para exprimir el modelo al máximo, como en su tiempo hiciera Fidel Castro con la célebre “Ubre blanca”, posiblemente la única vaca con página en Wikipedia. Parte del esfuerzo por seguir acaparando mercado, es el modelo que probamos esta semana, un Nissan Rogue Sport. A riesgo de canibalizar en algo al Juke y posiblemente al propio Rogue, esta versión de SUV más ligero y corto (es más liviano en 200 libras y corto en casi 12 pulgadas) también tiene un precio de entrada de unos $2,400 menos que el Rogue, y está pensado para gente urbana, quizás jóvenes milenials que cambian de apartamento como de ropa interior, pues algo de lo que presume el Rogue Sport, es de su capacidad de carga de 22.9 pies cúbicos.
Las semejanzas de esta versión Sport con el Rogue son muchas, tantas, que sería fácil confundir ambos modelos. Por suerte, uno de los mejores puntos de venta de este vehículo se ha prolongado a la versión Sport. Se trata del interior, muy agradable al ojo, sin exuberancias y con excelente acabado. Los asientos son cómodos y hay espacio decente para conductor y pasajeros. En la carretera es tranquilo, incluso sin mucho ruido interior en la autopista, y con un paseo bastante compuesto para un SUV. Tiene perillas grandes para el control manual del audio y clima, y el sistema de información y entretenimiento es funcional con buen balance entre estilo y funcionabilidad. Mención aparte merece el sistema de reconocimiento de voz. Nissan tiene uno de los mejores -¿Toyota el peor?- apto para personas con acento en inglés como es mi caso.
El rendimiento es el “talón de Aquiles” de este Nissan. A pesar de que el Rogue Sport se siente como un vehículo más ligero, sobre todo con buena arrancada, el adjetivo “Sport” queda manchado con una sola opción de motor, que se siente débil en algunas condiciones. Como la mayoría de los autos de Nissan, el Rogue Sport utiliza transmisión CVT, muy mejorada por cierto, en cuanto a ruido y simulación de cambios. Trabaja muy bien con el motor ofreciendo excelente rendimiento de 25 y 32 millas en la ciudad y autopista respectivamente, pero cuando te incorporas o necesitas adelantar en la vía rápida, tienes que pisar bien a fondo para sacar el máximo de los 141 caballos de su motor. Este número -141 caballos- es average para el sector, pero recuerdo sentir mejor comportamiento en el CR-V con igual rendimiento que el Rogue Sport.
El nuevo Nissan Rogue Sport se lanza con tres acabados, el S que es el modelo base, SV y SL. Todos vienen con tracción delantera, pero la tracción en todas las ruedas se puede agregar a cualquiera de los modelos.
En su forma base, el Rogue Sport S no es una propuesta tan atrayente en los $21,420, sobre todo, si se compara con el nivel medio del Honda HR-V, que cuesta aproximadamente lo mismo, sin embargo, incluye más características estándar. Su mejor apuesta es un Rogue Sport SV en $23,020 con el paquete Premium, que adiciona algo más de $2,000 a la ecuación. Aquí se mejora el modelo de base con comodidades como control de clima automático, un estéreo mejor, y el asiento del conductor ajustable. No sólo el paquete Premium agrega un sistema de info-entretenimiento con pantalla táctil, sino que incluye navegación, una cámara de 360 grados y tecnologías de seguridad como el monitoreo de punto ciego y la alerta de tráfico cruzado en el trasero. La adición del paquete Premium también requiere obtener el paquete All-Weather, que agrega características como inicio remoto, un volante con calefacción y asientos delanteros con calefacción.
El más alto de los acabados, el SL comienza en los $26,070 El Rogue Sport SL, y añade características como tapicería de cuero, volante con calefacción y cuero, luces antiniebla, espejos exteriores climatizados, pantalla táctil de 7 pulgadas, he inicio remoto entre otras añadiduras.
Este auto tiene un diseño bien contemporáneo, aceptable dinámica de manejo, es cómodo, económico y espacioso, pero para mi gusto, falto de un motor más potente, o al menos de uno turbo alimentado. No es un mal vehículo, pero se pueden encontrar opciones tentativas entre la competencia. Vale la pena echar un vistazo, y si usted es de los que pierde el auto con facilidad en el estacionamiento, no olvide indagar por la opción de pintura Monarch Orange por $395 dólares extra. Podrá encontrar su auto estacionado entre doscientos más, claro, siempre que no le acompañen otros diez Nissan Rouge con la misma pintura.