La cantante española Natalia Jiménez, exvocalista del grupo La Quinta Estación, inicia una gira por Estados Unidos para presentar su álbum homenaje a Jenni Rivera y aseguró en una entrevista con Efe que “con la edad” se ha convertido “en una folclórica”.
“Ya no quedan esas mujeres de antaño que se subían con el vestidazo divino a cantar como Rocío Jurado o Rocío Dúrcal. Ya no hay de eso. Jenni era como de las últimas que quedaban y a mí ese tipo de mujer me encanta, es lo que me gusta: subirme al escenario, ponerme el vestidazo, pegar cuatro gritos y bajarme”, explicó Jiménez.
“A mí me gusta cualquier estilo que tenga un punto de teatro. Soy una folclórica, qué le voy a hacer. Me he convertido en una folclórica con la edad”, añadió entre risas.
Jiménez comenzará el 6 de diciembre en Sacramento una gira que pasará por las localidades californianas de Riverside, Los Ángeles, Anaheim y San Diego, para finalizar su recorrido el 15 del mismo mes en Phoenix (Arizona).
La española, cuya trayectoria y éxito están muy vinculados al mercado mexicano, apuntó que estos conciertos le hacen mucha ilusión porque le permitirán “reconectar” con su público tras haber sido madre recientemente.
Junto a sus éxitos en La Quinta Estación como “Me muero” o “El sol no regresa”, Jiménez defenderá también sobre el escenario su último disco, un tributo a Jenni Rivera titulado “Homenaje a la gran señora”.
“Era algo que quería hacer siempre porque tenía una espina clavada de no haber hecho un dueto y de haber salido de gira con ella”, recordó sobre la emblemática artista mexicana fallecida en un accidente de avión en 2012 y que, como Jiménez, tenía una poderosa y potente voz.
La cantante dijo que fue un “proceso muy bonito” tratar de llevar los éxitos de Rivera al pop para acercarlos a otros públicos más allá de los fans de la música de banda.
“Si no has nacido en México o en la frontera, realmente cuesta entender la música de banda. Es un sonido como estridente”, indicó Jiménez antes de decir que ella, personalmente, siente debilidad por los ritmos mexicanos.
“Hay algo en el tener un mariachi detrás y tener canciones que no me limitan que no encuentro en otro estilo musical. Las baladas están muy bien, pero es que el mariachi es otra cosa”, señaló.
“A mí me encanta destrozarlo todo, cambiarlo todo y a ver qué pasa. Me encanta experimentar”, agregó.
Jiménez admitió con una sonrisa que habría sido imposible explicarle a aquella joven, que con 17 años cantaba en el metro de Madrid y escuchaba a Janis Joplin o Led Zeppelin, que acabaría rindiéndose al mariachi: “Yo era como una hippie zarrapastrosa”.
Pero en su carrera, y todavía siendo muy joven, se cruzaron el público mexicano y el éxito de La Quinta Estación, un tremendo triunfo que no sabe si podrá repetir con la misma intensidad, ya que es una artista diferente: “Yo tengo otra dirección y siento que la gente se la cree, la gente la toma como verdadera”.
“No quiero salir a bailar, a enseñar las tetas, no tengo interés tampoco en hacer reguetón. Eso está muy bien para otra gente, pero yo tengo un público que está suscrito a mí, que les gusto desde siempre, que están acostumbrados a escucharme cantar y eso es lo que les voy a dar para siempre”, argumentó
“Si eso les gusta y a lo mejor significa que no estaré pegada en el número uno y sonando en la radio como una bestia, pero tengo a los 500.000 en Twitter y a los 900.000 en Instagram que me quieren, pues con eso ya estoy contenta”, finalizó.