Miles de personas de todo el país volvieron a marchar contra el presidente Donald Trump, en este caso para denunciar el “retroceso” en materia medioambiental y los efectos que tendrán el escepticismo de su Gobierno ante el calentamiento global en el clima y la salud de los ciudadanos.
“Estamos retrocediendo no solo a la época del presidente Barack Obama (2009-2017), sino antes la del expresidente George W. Bush (2001-2009). Salimos a protestar para denunciar que son los contaminadores, la industria petrolera, quienes marcan las políticas”, aseguró a Efe en Washington Adrianna Quintero, directora ejecutiva del grupo “Voces Verdes” y venida desde California.
Desde primera hora de la mañana, los manifestantes se congregaron cerca del Congreso de EE.UU. en la capital, donde se registró la marcha más numerosa, y poco después del mediodía comenzaron a marchar por las calles de la ciudad y rodear la Casa Blanca.
Quintero subrayó que es “un momento importantísimo” ya que “no es ningún secreto que Trump no está interesado en el futuro del planeta”.
Con multitud de lemas a favor del medioambiente y contra el mandatario, los miles de manifestantes coparon bajo un sol abrasador las principales arterias viales de la ciudad, una semana después de que se celebrase otra manifestación similar por parte de la comunidad científica, que denunciaba los recortes en investigación.
“No tenemos un planeta B”, “El cambio climático es real” o “No hay trabajo en un planeta muerto”, fueron algunas de los cánticos escuchados.
Entre los participantes de la protesta, se encontraban personajes conocidos como el actor Leonardo DiCaprio y el exvicepresidente Al Gore, que culminará con un acto la tarde de este sábado ante el obelisco de Washington.
Marchas similares se produjeron también en otras ciudades del país como Boston, Los Ángeles, Miami o Chicago.
La manifestación coincide con la fecha en la que se cumplen los 100 días en el poder de Trump, cuyo gobierno no ha ocultado su recelo ante la evidencia del cambio climático y ha dado marcha atrás a numerosas medidas de protección medioambiental impulsadas por su predecesor, Barack Obama.
Esta semana, el mandatario firmó una orden ejecutiva para revisar las prohibiciones impuestas por Obama para permitir explotaciones petroleras en las costas del país, lo que podría abrir zonas del Ártico o del Golfo de México a nuevos pozos.
Trump ha subrayado dará prioridad al crecimiento económico frente a las preocupaciones de los grupos ambientalistas.
Precisamente hoy, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) suprimió de su portal de internet la información referente al cambio climático para reflejar “la perspectiva del nuevo Gobierno”.
El director de la EPA designado por Trump, Scott Pruitt, ha reiterado en diversas ocasiones su escepticismo sobre la evidencia científica tras el calentamiento global.
Pruitt ha indicado que existe “un gran desacuerdo sobre el nivel de impacto de la actividad humana en el clima” y rechazó que “sea uno de los principales responsables del calentamiento global”.
La predecesora de Pruitt en el cargo, Gina McCarthy, que se unió a la marcha de Miami remarcó que “la contaminación del aire y el agua afecta a los más vulnerables -nuestros hijos, las áreas de bajos ingresos y las comunidades de color”.
“A la vez que nuestros mares suben de nivel, debemos elevar nuestras voces juntos, y fortalecer nuestra resolución para encarar el cambio climático”, dijo McCarthy.
Por el momento, Trump no ha comentado la multitudinaria marcha, pero es posible que lo haga esta noche cuando tiene previsto realizar un acto en Harrisburg (Pensilvania) para destacar los logros registrados durante su primer centenar de días al frente del país.
El nuevo gobierno estadounidense está actualmente sopesando si permanece o se sale del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que busca cambiar e modelo de desarrollo del planeta hacia uno libre de combustibles fósiles.