Un niño migrante de nueve años ha muerto tras sufrir una serie de complicaciones médicas ante las altas temperaturas registradas en el estado de Arizona tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
La Guardia Fronteriza estadounidense ha indicado que el menor, que viajaba a mediados de junio con su madre y su hermano, comenzó a sufrir convulsiones a medida que las temperaturas rozaban los 40ºC en la zona.
Las autoridades del condado de Santa Cruz han confirmado que la madre del menor fallecido llamó a emergencias, que envío varios equipos tras localizar a la familia mediante ubicación GPS.
El niño fue trasladado al Centro Médico Noroeste de Sahuarita, una localidad de Arizona. Al día siguiente fue trasladado en avión medicalizado a otro hospital, donde se le detectó un fallo multiorgánico, según han indicado fuentes médicas a la cadena de televisión CNN.
Todos ellos habían permanecido una hora y media sin beber líquidos, un caso que se repite a lo largo de la frontera, donde los agentes de la Guardia Fronteriza han tenido que rescatar a más de 5.000 migrantes afectados por las altas temperaturas a lo largo de este año. Según fuentes del Gobierno, 103 han muerto debido a la exposición al calor en el mismo periodo de tiempo.
La Guardia Fronteriza ha hecho un llamamiento a evitar cruzar la frontera de forma ilegal. “El territorio de Arizona es extremo y el calor en verano es muy fuerte. Hay que atravesar un vasto desierto”, ha puntualizado un portavoz.