El cuadragésimo presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, quedó hoy inmortalizado con una estatua de bronce que rinde homenaje tanto a su trayectoria “política como humana” levantada en el Tropical Park, en Miami.
El comisionado por el Distrito 10 del Condado Miami-Dade Javier Souto indicó a Efe que el simbolismo de tener la estatua de Reagan en esta ciudad del sur de Florida es de importancia vital para la comunidad.
Reagan “representa cosas diferentes para diferentes personas. Yo personalmente creo que (la estatua) manda un buen mensaje, un mensaje muy claro de orden, de seriedad, de buenas relaciones, y de muchas cosas buenas”, aseveró el comisionado.
“Creo que aquí hacen falta muchas de esas cosas que ayuden a la comunidad, porque no es fácil. Esta es una comunidad tan grande pero tan disímil, algunas veces con muchas diferencias”, agregó en declaraciones a Efe al final de la ceremonia en la que se desveló de la estatua.
Al acto de presentación de la obra asistieron comisionados, concejales, miembros de juntas escolares así como varios vecinos.
La estatua de 8 pies (2,5 metros) de altura y que muestra al ex presidente junto a un caballo, fue realizada por el escultor cubano Carlos Enrique Prado y quedó instalada en la entrada del citado parque, ubicado en el oeste de Miami y que cuenta con un centro ecuestre.
“El centro ecuestre fue nombrado por Ronald Reagan en 2004, por lo que siempre queríamos una escultura”, indicó a Efe Michael Spring, asesor principal y director del Departamento de Asuntos Culturales del Condado Miami-Dade.
Spring detalló que la obra se ha logrado concretar gracias a un programa local de arte en lugares públicos, y señaló que en la actualidad cualquier “construcción del condado tendrá una obra de arte que la acompañe”.
Ronald Wilson Reagan fue el cuadragésimo presidente de Estados Unidos (1981-1989) y antes se desempeñó como el trigésimo tercer gobernador del estado de California (1967-1975).
En 1994, apenas cinco años después de dejar la Casa Blanca, Reagan anunció al país en una emotiva carta que sufría Alzheimer y que comenzaba “el camino que me llevará al ocaso de mi vida”.
Desde entonces, el presidente, que impulsó una revolución conservadora y contribuyó de forma decisiva a resolver la Guerra Fría con Rusia en sus ocho años en la Casa Blanca, llevó una vida cada vez más retirada hasta que desapareció totalmente de la escena pública. El 5 de junio de 2004, falleció en su casa de Bel Air (California), a los 93 años.
Hay que celebrar a “los viejos que hicieron mucho para que las cosas aquí fueran un poco diferentes”, indicó durante el acto Souto, comisionado de origen cubano de 80 años.