Mazda es uno de los pocos fabricantes que, en la actualidad, no oferta ningún vehículo híbrido en el mercado Norte Americano. Cuando la compañía tenía lazos con Ford, algunos modelos como el Tribute SUV fueron ofrecidos, pero al terminar la unión, Mazada a preferido apostar por su tecnología propietaria Skyactiv, para lograr eficiencia en su parque. Hace solo un par de meses, el fabricante anuncio alianza con Toyota, para entre otras cosas, comenzar el desarrollo de híbridos y eléctricos.
¿Qué podrían estas dos compañías aprender una de otra? Mazda mucho. Toyota, solo quisiera que asimilara solo algo de Mazda, la dedicación de este último para hacer que sus autos sean divertidos de manejar, incluso cuando se trata de sedanes grandes como el que reseñamos esta semana, el Mazda 6.
En su versión 2017 el 6 de Mazda presenta pocos cambios exteriores, pero su avituallamiento tecnológico ha sido reforzado de buena manera. Si usted ha leído algo sobre Mazda quizás sepa sobre el “Control de Vector G”. Si no ha escuchado, pues mucho mejor, más justificado estará este artículo.
Esencialmente, Mazda ha utilizado una inteligente combinación de sensores y la comprensión de la conducta humana, para hacer cambios menores, imperceptibles, a la forma en que sus coches entran y mantienen la “compostura” en una curva o doblando una esquina. Mediante el corte de la potencia del motor una fracción de milisegundo antes de girar, el peso se desplaza hacia adelante en el coche, poniendo una mayor carga en las ruedas delanteras y aumentando el agarre, la estabilidad y el control durante todo el proceso que dura el rebasar las curvas. No hay manipulación mecánica para enviar más esfuerza de torsión (torque) a diferentes ruedas o aplicar los frenos para compensar el viraje. Este método de Mazda es orgánico y efectivo, como el de un entrenado malabarista cruzando la cuerda floja, auxiliado solo por una larga barra de contrapeso.
El resultado es una experiencia de conducción que ni siquiera se puede notar al principio, pero es totalmente mejor que antes, y especialmente superior en relación con otros coches de tracción delantera. Conducir el Mazda6 siempre fue agradable, pero para 2017, G-Vectoring Control o el control de vectores G lo ha hecho mucho más estimulante. El sistema está diseñado para mejorar la dinámica de conducción, y representa la culminación de una misión de ocho años para hacer que la dirección del vehículo se sienta más sensible y natural al conductor, y los movimientos del vehículo más agradables para los pasajeros.
Mazda estudió el comportamiento humano y la percepción del equilibrio, así como su sentido fisiológico. Específicamente, la compañía exploró cómo una persona se pone de pie, camina y corre sin caerse o sentir náuseas. Los ingenieros encontraron que los seres humanos imperceptiblemente se preparan para cada nuevo cambio de dirección, manteniendo sus cabezas niveladas y tensando los músculos proactivamente, en respuesta a indicadores sutiles que le dicen a nuestro cerebro que el movimiento es inminente.
Tras el volante se puede notar como la respuesta del vehículo mejora, siendo incluso menor el esfuerzo para controlarlo en las curvas. Lástima que los endémicos 184 caballos que produce el motor de 4 cilindros no complementen el avance tecnológico. Es una pena que, a la hora de exigir velocidad de aceleración, el Mazda 6 no este entre los primeros.
Mazda sigue poniendo cuidado en la percepción de sus autos. El Mazda 6 destaca por su manejo y un interior que nada tiene que envidiarle a modelos más lujosos y costosos de la competencia. Con precio base de $21,945 dólares y excelente economía de combustible de 26 millas por galón en la ciudad y 35 en la autopista, este Mazda se muestra atractivo, en un segmento donde la innovación cada día es más escasa. Nuestro auto de prueba, un Gran Touring venia armado “hasta los dientes” de tecnología de seguridad y asistencia al conductor por $34,530, precio por debajo de la media de sus competidores.
Si usted es de los que disfruta la manejada, y tiene una familia que justifique el uso de un sedán, el Mazda 6 es uno de esos que no lo decepcionará.
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Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes, como préstamo por una semana, para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.