El recuerdo del huracán de categoría 5 Andrew, que en 1992 dejó a su paso destrucción y muerte, se reavivó hoy en el sur de Florida (EE.UU.), una zona que en los últimos diez años se libró de los ciclones y esta semana puede ser golpeada por la lluvia y el viento de Matthew, también muy poderoso.
“Hoy es un buen día para que los ciudadanos se dediquen a hacer sus preparativos para Matthew”, subrayó el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Jiménez, en una rueda de prensa para informar del huracán más potente formado en el Atlántico desde Félix (2007).
Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH), Matthew, de categoría 4, tocó hoy tierra en Haití con vientos de 230 kilómetros por hora y en la tarde de hoy empezó a desplazarse lentamente sobre el oriente de Cuba, para luego seguir sobre “porciones del sureste y centro de Bahamas esta noche y el miércoles”.
Las últimas predicciones del centro meteorológico reflejan que el ciclón afectará partes del sureste de Estados Unidos, ante lo que algunas autoridades han decretado medidas especiales.
La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, pidió hoy a las personas que viven a una distancia de hasta 160 kilómetros de la costa que se trasladen hacia el interior ante la amenaza del poderoso huracán Matthew.
En Florida, la gran incógnita es de qué manera afectará este ciclón, lo que básicamente depende de cuánto se desvíe hacia el oeste después de pasar por Bahamas el miércoles.
La mayoría de modelos por computadora usados por los meteorólogos indican que cuando pase por la costa del “estado soleado”, el vórtice de Matthew permanecerá en el agua.
Aparte de proteger sus casas y propiedades contra la lluvia y el viento, Jiménez indicó que los miamenses deben tener en mente la idea de que deben ser autosuficientes por 72 horas.
Supermercados, gasolineras, comercios de materiales de construcción y bricolaje y bancos recibieron desde hoy por la mañana las primeras oleadas de ciudadanos preocupados y precavidos.
“A la gente se le ha olvidado mucho, pues hace más de diez años que pasó Wilma (2005) y ya no están preparados para un huracán”, dijo a Efe en una gasolinera Henry Maya, de origen colombiano, tras haber llenado el depósito de su automóvil “por si acaso”.
El gobernador de Florida, Rick Scott, que este lunes declaró en estado de emergencia a todo el estado, subrayó que desde este mismo martes las autoridades pueden emitir algunas órdenes de evacuación obligatorias, porque la “prioridad número uno es salvar vidas”.
Unos 200 integrantes de la Guardia Nacional de Florida estarán activos para apoyar tanto los preparativos como la respuesta al huracán y hay otros 6.000 guardias más listos para el despliegue si es necesario, dijo Scott.
El CNH estableció hoy diversas advertencias de paso de ciclón para una parte importante de la costa sur del estado, desde la línea divisoria de los condado Volusia y Brevard, al este de Orlando, hasta los Cayos de Florida, el extremo más meridional.
La Casa Blanca anunció la suspensión de la visita que el presidente Barack Obama iba a hacer este miércoles a Miami para participar en un acto para promover el registro de votantes en las elecciones de noviembre.
El alcalde Jiménez aseveró hoy que Miami-Dade está más preparado que hace una década para hacer frente a una situación poshuracán.
Según dijo, los supermercados y las gasolineras cuentan con generadores, por lo que en caso de que se corte el suministro eléctrico, lo más temido, deberían poder atender al público sin dilación una vez que pase el ciclón.
Precisamente en los establecimientos de venta de alimentos y combustibles es donde se nota hoy la preocupación por Matthew. El agua embotellada ya escasea en los estantes, según constató Efe en varios supermercados de la zona oeste de Miami.
La estadounidense de origen dominicano Sasha Cruz dijo que se decidió a acudir a comprar agua tras ver que los pronósticos sitúan a Matthew “más hacia el oeste”.
“Solo agua, lo básico. Creo que las personas exageran un poco, porque todos los supermercados en Florida tienen planta eléctrica y después de que pase la tormenta estarán todos abiertos”, señaló.
También se ve en las gasolineras más automóviles de lo normal y en las tiendas de materiales para la construcción y las de artículos para el hogar los tablones de madera para tapar ventanas, las pequeñas cocinas de gas y las neveras portátiles se venden como pan caliente. EFE