Solamente hay que pararse en cualquier luz de transito en Puerto Rico para notar el crecimiento rápido de personas pidiendo dinero en las carreteras. Antes, era bastante escaso el numero y solo se limitaba a las calles con mayor flujo de vehículos. Ahora, en cualquier esquina o luz de transito se va a encontrar por los menos dos personas pidiendo.
Los mendigos se pueden ver por el día y también por la noche. Esto crea un peligro para el conductor y para las personas que están paradas en la calle sin un alumbrado correcto.
Esta condición de pobreza y falta de dinero no discrimina por raza, edad o sexo. Tampoco se circunscribe a los drogadictos y alcohólicos que llevan décadas en el ejercicio de la mendicidad.
Estos seres humanos son completamente invisibles a la mayoría de la gente y a los oficiales del gobierno municipal. Sabemos que leyes de transito que prohíben el estar parado en la avenida pidiendo dinero en las calles pero la misma policía municipal y estatal no interviene por no pasar por el trabajo de hacer los papeles y verlos nuevamente pidiendo cuando salgan del cuartel.
Entre los miles de mendigos podemos mencionar por ejemplo: Frente a la Universidad de Puerto Rico – Mayagüez, muy cerca de los portones principales de entrada hay un área de descanso el cual ya es el hogar improvisado de varios pordioseros. Allí viven, duermen en los bancos o en cartones, se bañan con el aguacero y tal vez van al baño del negocio de comida rápida para ir al baño.
En esa luz de transito en varias direcciones se paran con vasos de papel a pedir aun cuando los carros están en moviéndose a una velocidad rápida.
Nadie se apropia de la situación bochornosa para el país y la misma sigue creciendo de forma exponencial. Especialmente, cuando ahora se comience a despedir miles de personas de sus trabajos. Esto va a crear mas falta de acceso a la educación, planes de salud, nutrición, vivienda, servicios urbanos y oportunidades de trabajo.
Encima de eso, aquellas familias que tienen hijos, se van a ver afectados por no poder atender ni alimentarse de forma apropiada.
Los ancianos y personas con problemas de salud mental que no tengan plan medico también se van a unir a los grupos que piden en las calles por el desespero y el hambre.
Si deseamos desarrollar el país tenemos que atender de forma urgente a todas estas personas que son victimas de la pobreza y la falta de empleo. De nada sirve invitar personas a que vengan de vacaciones y lo primero que vea sea una pareja de mendigos pidiendo en la entrada de cada negocio de comida rápida y en los estacionamientos públicos.
Cada una de las entidades sin fines de lucro debe vender su Mercedes Benz, su Porche y sus aviones para atender de forma efectiva a los ciudadanos con necesidades urgentes.
Cada comunidad y alcaldía de Puerto Rico debe comenzar a poner las prioridad en salvar a las familias pobres de sus pueblos para que no se vayan o se mueran de hambre, mueran por ser atropellados en las calles o mueran a causa de una enfermedad.