Con excepción de la comunidad cubana, que son rabiosamente republicanos, la mayoría del latino americano que reside en los Estados Unidos de América, simpatiza o se inclina hacia el Partido Demócrata.
Aunque con diferentes actuaciones, hay un protagonista común para estos sentimientos de odio y admiración. El asesinado presidente de los Estados Unidos de América John Fitzgerald Kennedy.
Los cubanos responsabilizan a Kennedy por el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos, contra el régimen de Fidel Castro en el 1961 y posteriormente, por el convenio Kenendy-Kruschev, donde el gobierno americano se comprometía a no efectuar, apoyar o propiciar una invasión contra el régimen castrista.
Las razones para que los latinoamericanos se solidaricen con los demócratas, se afianzó con la creación del programa “Alianza para el Progreso” auspiciado por el presidente Kennedy, como una respuesta a las iniciativas socialistas del gobierno cubano y cuyo lema era; “Mejorar la vida de todos los habitantes del continente”.
Aunque la alianza para el progreso no llenó las expectativas, pues dentro de lo que prometía estaban el establecimiento de gobiernos democráticos, eliminación del analfabetismo de adultos para 1970. Además, la estabilidad de precios, eliminación de la inflación o deflación, más equitativa distribución del ingreso, reforma agraria, etc.
El programa terminó siendo una limosna de productos como quesos, harinas, arroz, etc. Al parecer, los latinoamericanos, se conformaron con las supuestas buenas intenciones del presidente Kennedy y su agradecimiento ha durado hasta nuestros días.
El caso dominicano hay que darle una mención especial. Si vemos en retrospectiva, los acontecimientos donde han estado involucrados presidentes americanos, que, con sus actuaciones, han afectado negativamente a la República Dominicana, podemos encontrar una buena cosecha de presidentes demócratas.
Por el contrario, no nos ha ido tan mal con los republicanos. Veamos: Bajo el gobierno del demócrata Woodrow Wilson, en el 1916, los americanos invadieron militarmente a la República Dominicana. Organizaron una Guardia Nacional dejando un trágico legado, pues Rafael Leónidas Trujillo Molina, en menos de nueve años llegó al rango de general y comandante en jefe. Posteriormente, dictador por 30 años.
Por el contrario, en el 1924, bajo la presidencia del republicano Calvin Coolidge e inspirado en el “plan Harding” del ex presidente, también republicano, Warren Gamaliel Harding, quien se opuso a la intervención, los yankees desocupan el territorio nacional.
En el 1946, siendo presidente el demócrata Harry S. Truman, crearon la “Escuela de Las Américas” algunos de sus egresados fueron: los tristemente célebres Generales, Elías Wessin y Wessin, Manuel Noriega, Hugo Banzer, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y los nefastos Luis Posada Carriles, Vladimiro Montesinos, Roberto D’Aubuisson, entre otros.
Con el demócrata John F. Kennedy gobernando el país, con su aventajado alumno Wessin y Wessin a la cabeza, propiciaron un golpe de estado a Juan Bosch, derrocando la primera prueba democrática en más de tres décadas.
Constitucionalistas dominicanos trataron de restablecer el gobierno de Bosch, pero, los Estados Unidos, con el demócrata Lindon B. Johnson como presidente, invaden, con 42,000 marines, por segunda vez el territorio nacional para evitar la vuelta a la democracia. Cuando se retiraron, las tropas de Mr. Johnson nos dejaron como herencia al Dr. Joaquín Balaguer y sus doce años de terror.
Hoy el presidente Obama, junto a su Secretaria de Estado Hillary Clinton, su Embajador en la República Dominicana Mr. James Brewster, están atosigando al gobierno dominicano para que violen su propia Constitución, otorgándoles la nacionalidad dominicana a miles de ilegales que han violado nuestras leyes.
Sin embargo, el presidente demócrata, Barack Hussein Obama, ha deportado un millón de ilegales más que George Bush, presidente republicano, en el mismo periodo. Convirtiéndose en el gobernante americano que más indocumentados ha deportado de los Estados Unidos en toda su historia.
Los dominicanos, ocupamos el cuarto lugar en ese renglón.
El próximo 20 de enero, de nuevo tendremos un presidente republicano en el poder. A pesar de su retórica, no creemos que Donald Trump coma niños crudos.
Esperaremos para ver si continúa la constancia y nos va mejor con este. En contra de todos los pronósticos.
Carlos McCoy
carlosmccoyguzman@gmail.com
