La policía de Colorado investiga las causas del tiroteo escolar ocurrido en Highlands Ranch, donde dos jóvenes mataron a un alumno e hirieron a ocho, y aseguran que las lecciones aprendidas tras la masacre en la vecina Columbine hace 20 años salvaron muchas vidas este martes.
Si el 20 de abril de 1999, los policías tardaron 47 minutos en entrar a la escuela Columbine, a sólo 7 millas (11 kilómetros) del centro donde este martes un joven y una menor abrieron fuego contra estudiantes, en esta ocasión los agentes llegaron menos de dos minutos después de la señal de alarma activada en la Escuela STEM de Highlands Ranch.
“Uno se entrena una y otra vez para este tipo de situaciones. Y luego, cuando algo sucede, uno simplemente actúa. Para eso nos entrenamos”, dijo en una rueda de prensa la agente Holly Nicholson Kluth sobre las diferencias entre el nuevo caso y el de Columbine, donde dos jóvenes mataron a trece personas antes de suicidarse.
Por eso, según Nicholson Kluth, los uniformados lograron detener a los atacantes en pocos minutos, aunque ese fue tiempo suficiente para que un joven muriera y otras ocho personas resultasen heridas, tres de ellas de gravedad.
Por el nuevo entrenamiento “estilo militar”, dijo la uniformada, el personal policial pudo comenzar a prestar primeros auxilios a las víctimas de manera inmediata, antes de que los paramédicos se hiciesen cargo de esa tarea.
En la misma rueda de prensa, su superior y alguacil del condado de Douglas, Tony Spurlock, identificó a uno de los sospechosos como Devon Erickson, de 18 años, pero no dio detalles sobre su supuesta acompañante por tratarse de una menor de edad.
Él deberá comparecer a lo largo de este día ante un juez en el distrito judicial 18 de Colorado y su compañera lo hará poco después, aunque en una corte juvenil.
Spurlock tampoco pudo dar información sobre el estudiante fallecido, aunque medios locales indicaron que se trata de Kendrick Castillo, de 18 años y quien iba a graduarse este mes.
Además, ocho personas fueron heridas y tres de ellas aún siguen internadas en terapia intensiva, dijo el alguacil.
Los hechos ocurrieron en la tarde de este martes, cuando Erickson y la menor ingresaron al centro escolar con al menos dos armas de fuego.
La policía investiga cómo pudieron acceder a ese armamento, dado que con sus edades no les está permitido, dijo Spurlock.
Por su parte, el fiscal de distrito George Brauchler, quien presidió el caso contra James Holmes, condenado por matar a 12 personas en la masacre dentro de un cine en Aurora (Colorado) en julio de 2012, lamentó tener que responder a un nuevo acto de violencia masiva.
Brauchler, quien dijo que no hablaba como fiscal de distrito, sino como padre, pidió que la sociedad se enfoque en las “víctimas y en la investigación, y no en los sospechosos”.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, aprovechó la oportunidad para agradecer a todas las personas que intervinieron en respuesta a un “vicioso acto de violencia”.
“Las escuelas deben ser lugares seguros. No deberíamos tener que preocuparnos por la seguridad de los estudiantes”, aseveró.
Sin embargo, desde la matanza de Columbine se han registraron más de 230 tiroteos en escuelas de Estados Unidos, con 143 muertos y 294 heridos, según un reporte de The Washington Post.
Las Escuelas Públicas de Denver (DPS, el mayor distrito escolar en Colorado) y numerosos otros distritos en la zona metropolitana anunciaron este miércoles nuevas medidas de seguridad, incluyendo “alta visibilidad” de “oficiales de seguridad” dentro de las escuelas y de policías patrullando el exterior de los edificios.
Esta es otra de las lecciones que dejó Columbine, la coordinación escolar para “compartir inteligencia” y asegurarse de que se trate de un “hecho aislado”, dijo Susana Cordova, superintendente de las Escuelas Públicas de Denver (DPS).
Frank DeAngelis, que era director de la Escuela Columbine en abril de 1999, indicó este miércoles que habló con sus colegas de la escuela de Highlands Ranch sobre el proceso de recuperación de alumnos y personas docente y administrativo.
También recibieron apoyo del grupo Marcha por Nuestras Vidas, creado por alumnos de la Escuela Secundaria Stoneman Douglas, en Parkland (Florida), donde en febrero de 2018 murieron 17 personas por disparos de un ex alumno.
“Nadie debe experimentar este tipo de temor, ni en nuestras calles ni en nuestras escuelas”, afirmó en Twitter el grupo de alumnos de Parkland que defiende la necesidad de regular y controlar la venta y posesión de armas.(EFEUSA).-