LeBron James tiene toda una colección de logros, desde premios al Jugador Más Valioso hasta títulos de la NBA. Pero el viernes, disfrutó algo más sencillo: una sorpresa de sus compañeros, quienes le arrojaron agua y lo vitorearon por convertirse en el jugador más joven de la NBA en llegar a los 27.000 puntos.
“Ellos me mintieron. Me dijeron que el entrenador (Tyronn) Lue había tenido un logro y que iban a bañarlo con agua. Yo estaba sorprendido. ‘¿Qué ocurre?, van a arruinarle el traje’, les dije. Y luego… corrieron hacia mí y me empaparon”, contó.
La celebración coronó un viaje perfecto de Cleveland a la capital del país. El jueves, los Cavaliers estuvieron en la Casa Blanca, y el viernes, doblegaron 105-94 a los Wizards de Washington, con una andanada de 14 triples.
A sus 31 años, James es casi 18 meses más joven de lo que era Kobe Bryant cuando llegó a los 27.000 puntos.
“Eso es historia de la NBA. Es de verdad un honor atestiguar algo así. Y además, él se muestra humilde con todo esto”, dijo su compañero Kyrie Irving, quien anotó 29 unidades por Cleveland y ayudó a que los Cavs limitaran a John Wall a sólo cinco tantos en la segunda mitad. En total, Wall anotó 28 puntos.
Irving añadió un toque de humor a su comentario.
“Esto muestra también que él ha jugado ya un buen tiempo en la liga”, dijo.
El presidente Barack Obama recibió un día antes a los Cavs en su condición de campeones de la NBA. Cleveland mejoró a una foja de 7-1 en esta campaña, recuperándose rápidamente de su única derrota, que se presentó el martes en el duelo ante Atlanta.
James logró 27 puntos, 10 rebotes y cinco asistencias, en tanto que Kevin Love finalizó con 14 puntos y 16 rebotes.
“King” James se sujetó la espalda baja tras recibir una falta cuando restaban siete minutos y medio, pero continuó en el partido.
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Por HOWARD FENDRICH