Por: Rey Santiago Ramos |
El Departamento de Educación de Puerto Rico ha sufrido innumerables cambios tratando de mejorar los resultados de los estudiantes a lo largo de su vida académica. Muchos de estos cambios han surgido por caprichos políticos y la sed de convertirse en el más innovador copiando sistemas que también han fallado. Dentro de los muchos cambios se han ponderado las materias llamándole materias “básicas”, son estas las que son examinadas en exámenes estandarizados con resultados nefastos en las últimas décadas. Entonces; no concuerda lo que quieren hacer con los resultados obtenidos.
Es ahí que viene la resta académica, donde al estudiante se les resta importancia a las materias “no básicas” como lo son los cursos electivos como Música, Artes Industriales, Artes Visuales, Ecología Familiar educación en tecnología y la educación física. Es como si fuera más importante saber colocar un acento en una palabra que colocar un clavo en la pared para poner un cuadro, como si fuera más importante para el ser humano actual saber la raíz cuadrada de Pi que apreciar una buena melodía, o es acaso más importante saber cuántos viajes hizo Cristóbal Colon antes de llegar a la isla que saber manejar la economía de un hogar.
Dentro de todos los cambios que se han hecho en los marcos curriculares de los programas académicos hasta la restructuración por niveles de las escuelas, no han dejado de mencionar los famosos niveles de pensamiento ni las inteligencias múltiples en cada escrito. Pero… ¿en qué parte es que el sistema integra las inteligencias múltiples y toda la demás teoría?, si han confinado a todos los estudiantes al inglés, matemáticas, ciencias y español en un solo cajón.
Les han restado las clases que le daban la oportunidad al estudiante de mantenerse motivado y mantenerse en la escuela. Les han restado importancia a las destrezas que las clases “no básicas” desarrollan. Le han restado la oportunidad de demostrar que, aunque no sea académicamente “bueno” pero puede ser un buen mecánico, un atleta destacado, un buen chef, un buen artista que se gane la vida honradamente.
Hoy día estos programas sufren del abandono, el olvido y tratan todos los días de sobrevivir en las escuelas. Las medidas económicas han cortado muchos fondos y cada curso electivo o vocacional corre el riesgo de ser cancelado. Entre la política, la guerra de los fondos, las reestructuraciones y todo lo demás, han restado a la educación integral de los estudiantes modernos, el cual sin sus ofrecimientos favoritos no en encuentran ningún atractivo hacia la escuela.