El entorno del dirigente opositor ruso Alexei Navalni, actualmente en prisión, ha convocado para el próximo domingo nuevas protestas, aunque en lugar de llamar a las movilizaciones masivas, ha planteado un nuevo formato con el que busca sortear las amenazas del Kremlin.
Leonid Volkov, uno de los principales asesores de Navalni, ha pedido a los habitantes de las grandes ciudades que a las 20.00 horas se asomen junto a su vivienda durante 15 minutos y agiten el teléfono móvil con la linterna encendida, en una especie de ‘flashmob’ multitudinario.
El mensaje será similar al de anteriores protestas como las convocadas los días 23 y 31 de enero, cuando decenas de miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades para reclamar la liberación de Navalni, que había sido detenido el 17 de enero tras regresar a Rusia procedente de Alemania, donde había pasado meses recuperándose de un envenenamiento sufrido en agosto.
Las movilizaciones también se repitieron el 2 de febrero, después de que un tribunal de la capital reafirmase la pena de cárcel impuesta en 2017 contra Navalni por un delito de fraude. Las autoridades y los movimientos opositores han confirmado que miles de personas han sido detenidas desde que se iniciaron las protestas.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, “ha hecho del miedo su única arma”, ha asegurado Volkov en su cuenta de Facebook, desde la que ha llamado a “superar este miedo”. “Tenemos que llevar a cabo una protesta que los agentes antidisturbios no puedan parar y a la que se pueda unir todo el mundo”, ha dicho al anunciar la movilización del domingo, según la agencia Bloomberg.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha respondido a esta convocatoria advirtiendo de que nadie juega “al gato y al ratón”. “Sin duda, todos nuestros agentes del orden, en caso de que haya una violación de la ley, castigarán a los culpables”, ha señalado en declaraciones a los periodistas, según la agencia Sputnik.