Naciones Unidas, (EFEUSA).- El ataque interétnico perpetrado este sábado contra el poblado de Ogossagou, en el centro de Mali, ha dejado al menos 150 muertos, según las últimas cifras ofrecidas este lunes por Naciones Unidas.
La ONU, que tiene una misión de paz desplegada en el país, dijo que sus “cascos azules” colaboraron durante el fin de semana en la evacuación de personas heridas, aunque no ofreció un número concreto.
La misión de Naciones Unidas, que ha reforzado su presencia en la zona, se está encargando además de apoyar la visita al lugar del presidente maliense, Ibrahim Boubacar Keita, prevista para este lunes, según dijo el portavoz Stéphane Dujarric.
En un comunicado, el jefe de la ONU, António Guterres, condenó la matanza y exigió a las autoridades malienses una rápida investigación.
Las víctimas son miembros de la etnia peul, asesinados presuntamente por cazadores de etnia bambara conocidos tradicionalmente como “donzos”.
Entre los fallecidos en Ogossagou, un poblado de pastores de la región de Mopti, hay numerosos ancianos, mujeres y niños, que no pudieron escapar a los “donzos”, que habían rodeado el poblado y quemado cerca de 400 viviendas.
Una delegación de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) se reunirá esta semana con autoridades de Mali para hacer indagaciones sobre la masacre, según anunció este lunes la fiscal del tribunal con sede en La Haya, Fatou Bensouda.
La región de Mopti fue durante todo el año pasado escenario de choques intermitentes entre los grupos tuareg rivales o entre los cazadores y los pastores por el control de la tierra, y por razones religiosas ya que los cazadores acusan a los peul de tener vínculos con los grupos yihadistas locales.
La ONG Human Rights Watch alertó de que durante 2018 más de 200 civiles murieron y decenas de aldeas fueron incendiadas en el centro de Mali como consecuencia de ataques de milicias formadas por grupos étnicos de la zona. (EFEUSA)