Un total de 65 periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados en 2020 en incidentes mientras desempeñaban su trabajo, 17 más respecto al año anterior, según el informe anual de la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
El informe de la FIP, su 30ª edición, señala que las muertes, registradas en 16 países, fueron resultado de ataques selectivos, ataques con bombas e incidentes de fuego cruzado.
Por países, México se sitúa a la cabeza de la lista por cuarta vez en cinco años, con 14 asesinatos en 2020. Le siguen Afganistán, con diez; Pakistán, con nueve; India, con ocho; Filipinas y Siria, con cuatro cada uno; y Nigeria y Yemen, con tres. También murieron dos periodistas en Irak y Somalia, mientras que Bangladesh, Camerún, Honduras, Paraguay, Rusia y Suecia registraron un asesinato cada uno.
Así, 2.680 periodistas y trabajadores de medios de comunicación han fallecido a causa de la violencia desde 1990, año en el que la FIP comenzó a publicar su informe anual para mostrar la crisis de seguridad “cada vez más profunda” a la que se enfrentan los medios de comunicación. Además, según ha destacado la FIP, los niveles de periodistas asesinados se mantienen en niveles estables desde esa fecha.
Según el trabajo, las principales causas de la inseguridad a la hora de desempeñar el periodismo son los grupos de crímenes organizados y la violencia sectaria y extremista, que “continúan sembrando el terror entre los periodistas, decenas de los cuales terminan pagando el precio por informar de forma independiente” en todo el mundo.
“Respecto a esto, 2020 no ha sido una excepción”, ha lamentado el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger. “El despiadado reinado del terror de los barones del crimen en México, la violencia de los extremistas en Pakistán, Afganistán y Somalia y la intolerancia de los intransigentes en India y Filipinas han contribuido a la continuada matanza en los medios de comunicación”, ha explicado.
Además, por primera vez, el informe incluye una lista de periodistas que actualmente están en prisión por informar. Según la FIP, esta cifra asciende hasta los 229 a marzo de 2021.
“Ninguna democracia que merezca ese nombre puede encerrar a los mensajeros de la libertad de expresión”, ha indicado Bellanger, que ha asegurado que, “cada día”, la FIP trabaja “de forma activa” para lograr la liberación “inmediata e incondicional” de los compañeros “injustamente” encarcelados.
El trabajo de la FIP, que se publicará de forma completa el lunes, también subraya el compromiso de la entidad con el fin de la impunidad por estas muertes, presionando a los gobiernos para que “asuman sus responsabilidades investigando los asesinatos” y adopten la Convención Internacional para la Protección y Seguridad de los Periodistas de la Asamblea General de Naciones Unidas.