Por Andrew M. Seaman |
(Reuters Health) – Cada vez más estadounidenses adoptan la dieta libre de gluten, aunque la proporción con enfermedad celíaca se mantuvo estable desde el 2009 hasta el 2014.
Aunque las dietas libres de gluten no tienen efectos significativos en la salud de la población general, algunos piensan que mejoran con la nueva alimentación, según comentó el doctor Hyunseok Kim, de la Facultad de Medicina de Rutgers, Newark.
Su equipo analizó información de 22.278 adultos y niños mayores de seis años obtenida durante el período 2009-2014: el 0,7 por ciento tenía enfermedad celíaca diagnosticada y el 1,08 por ciento tenía una alimentación libre de gluten sin enfermedad celíaca.
La proporción de estadounidenses con celiaquía se mantuvo estable durante el estudio, pero la popularidad de las dietas libres de gluten aumentó en el mismo período. El 0,5 por ciento de los participantes seguía una dieta libre de gluten en el 2009 y el 2010. Eso aumentó al 1,69 por ciento entre el 2013 y el 2014.
Kim comentó que adoptar la dieta libre de gluten es más fácil y menos costoso que antes. “Ahora hay secciones de productos sin gluten en la mayoría de los supermercados”, agregó. “Además, los precios bajaron en los últimos años”.
Pero los autores advierten que los nuevos resultados tienen limitaciones asociadas con el diseño del estudio.
Un equipo internacional de investigadores halló recientemente que algunos individuos reaccionan al gluten aunque las pruebas de detección de la celiaquía sean negativas.
En un comentario publicado con el estudio, la doctora Daphne Miller, de University of California, San Francisco, señala que uno de los motivos por los que las personas sin enfermedad celíaca piensan que la dieta libre de gluten les hace bien es porque reduce la cantidad de alimentos procesados que se consumen.
La dieta no debería considerarse una tendencia sin fundamentos, según escribe Miller.
FUENTE: JAMA Internal Medicine, online 6 de septiembre del 2016.