Noviembre es el Mes Nacional de la Diabetes y, durante este tiempo, organizaciones e instituciones a lo largo del país se dedican a concientizar a la población sobre los factores de riesgo y posibles tratamientos de esta enfermedad, como también ofrecerles información sobre medidas de prevención.
Lamentablemente, esta enfermedad afecta a un gran número de hispanos. Genéticamente, los hispanos estamos más predispuestos a sufrir de diabetes. Este grupo demográfico es dos veces más probable de ser diagnosticados con diabetes que los blancos no hispanos.
Sin embargo, más allá de la genética, hay otros factores que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad dentro de la comunidad hispana como la inseguridad alimentaria, el aumento de la obesidad entre los niños y jóvenes, la falta de acceso a servicios de salud, y las barreras de idioma que limitan el acceso a información sobre el cuidado de la salud.
La buena noticia es que con pequeños cambios y un poco de esfuerzo, la diabetes se puede prevenir y controlar. Una buena alimentación, actividad física, medicinas y suplementos son algunas de las medidas que los hispanos pueden adoptar para controlar y prevenir el desarrollo de la diabetes. Estas medidas son aún más importantes para los adolescentes y jóvenes que están en pleno proceso de crecimiento y todavía tienen la oportunidad de adoptar un régimen de salud que les ayude a mantener la diabetes bajo control y reducir los factores de riesgo.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad en la que el organismo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina, una hormona que convierte el azúcar y otros alimentos en energía. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), en los Estados Unidos la diabetes afecta aproximadamente al 10.5% de la población y al 13% de los hispanos. Esta enfermedad se ha convertido en la sexta causa más común de muerte entre los latinos en los Estados Unidos.
Los hispanos y la diabetes
Muchas familias hispanas no tienen suficientes ingresos para poder garantizar una alimentación balanceada y, debido a su situación socioeconómica, se ven obligados a comprar alimentos que son de alto contenido calórico, altos en grasas, de baja fibra y poco valor nutritivo. El consumo en exceso de carbohidratos, azúcares y grasas producen un aumento del nivel de azúcar en la sangre y contribuyen a la obesidad, dos factores de riesgo para la diabetes.
La inseguridad alimentaria y malos hábitos alimenticios también han causado un aumento en los niveles de obesidad de los niños y jóvenes, lo que ha llevado a un aumento en el número de casos de diabetes en este grupo de edad, específicamente de la diabetes tipo 2. Sin embargo, este tipo de diabetes se puede prevenir con ejercicio y una buena alimentación.
Las barreras de idioma también es un problema que afecta a nuestra comunidad y dificulta el acceso a los sistemas de salud en su comunidad. Sin acceso a estos servicios o información, no tienen la posibilidad de recibir el cuidado médico necesario para prevenir, controlar, y mitigar los efectos de salud adversos causados por la diabetes.
“La diabetes es una enfermedad sumamente común dentro de la comunidad hispana y, particularmente entre la población mexicana y centroamericana. A pesar de que puede presentar problemas de salud graves, hoy en día existen millones de personas con diabetes que viven una vida plena. La clave es la prevención y control”, dijo Agustín Caceres, presidente de Genomma Lab USA.
“Además de seguir las recomendaciones de tu médico y tomar los medicamentos indicados, existen otras medidas que permiten que los diabéticos puedan disfrutar de una vida normal. La diabetes se puede prevenir, retrasar, e incluso controlar su evolución por medio del insumo de alimentos saludables, la actividad física, controlando los niveles de azúcar en la sangre, y tomando los medicamentos apropiados, entre otros”, agregó.
Como Aliviar y Controlar los Síntomas de la Diabetes
Tome sus medicinas: dependiendo de la condición de cada paciente, y el tipo de diabetes, los médicos identificarán aquellas medicinas y el régimen de insulina apropiado para regular los niveles de azúcar y glucosa en la sangre para asegurar que el paciente mantenga niveles normales. Seguir las recomendaciones de su médico es indispensable para controlar la evolución de la enfermedad y controlar los síntomas para asegurar que el paciente pueda vivir una vida normal.
Manténgase hidratado: las personas con diabetes tienden a deshidratarse más fácilmente porque, cuando las personas tienen niveles elevados de glucosa en la sangre, los riñones buscan eliminar el exceso de glucosa y lo hacen por medio de la orina. Durante este proceso, se pierde mucha agua junto con la glucosa, y es necesario reponerla. Debido a esto, los diabéticos deben mantenerse hidratados para que el cuerpo pueda funcionar. La mejor manera de tratar la deshidratación es con agua. Sin embargo, otras bebidas, como el SueroX, diseñadas específicamente para diabéticos, porque no tienen calorías, no tienen azúcar, y son ricas en electrólitos también pueden ayudar a mantener niveles de hidratación apropiados y niveles de glucosa normales.
Cuide su piel: una de las condiciones más comunes entre los diabéticos es la resequedad extrema de la piel, especialmente en zonas como los codos, pies y manos, que también causa una sensación de picazón y comezón. Esta condición se debe a que los diabéticos son más propensos a sufrir de deshidratación. La piel es el órgano más grande del cuerpo y la primera capa de protección y, por ende, su cuidado es fundamental para asegurar su rol como “barrera protectora”. La crema para diabéticos, Diabet TX, no solo hidrata la piel, sino también asegura que esta se mantenga saludable e hidratada. Y, aún más importante, que uno se sienta cómodo en su propia piel y no tenga esa sensación de picazón incómoda constantemente.
Deje de fumar: esto es especialmente importante para las personas con diabetes debido al impacto que este mal hábito tiene sobre los vasos sanguíneos. Los cigarrillos, al igual que la diabetes, reducen el diámetro de los vasos sanguíneos y obligan al corazón a tener que trabajar el doble. Al dejar de fumar, las personas con diabetes reducen las probabilidades de sufrir de problemas del corazón, enfermedades en los riñones, y amputaciones. También pueden mejorar su presión arterial y colesterol.