En República Dominicana, en los años 60 y 70, el profesor Juan Bosch y luego el doctor Jose Peña Gomez, prometieron cambios sociales que llenaron de ilusión a una gran parte de la población dominicana.
Con el tiempo y después de llegar al poder, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se olvidó de los ideales y lineamientos del profesor Juan Bosch. Lo mismo pasó con el PRD, que las contradicciones no lo dejaron gobernar y después de la muerte de Peña Gomez, el PRD sucumbió en una lucha interna.
Trato este tema, porque en la actualidad algunos militantes del PRM, muestran su inconformidad, porque no están vinculados al gobierno, dicen que esté solo favorece a un sector social, o porque el PRM está dejando de ser una organización democrática.
Es posible que en el PRM se dé un poco de todo, pero a veces olvidamos que los partidos llegan al poder asumiendo compromisos y no pueden complacer a todo el mundo. A mi entender, el PRM está tratando formas, para no dañar su situación interna y proteger sus mejores candidatos.
Los partidos deben evitar situaciones como la que vivió el viejo PRD en el 2004 y el 2012, 2015 y el PLD en el 2020, en que la división le costó el poder, la militancia de esos partidos deben actuar CON PRUDENCIA, para que no les apliquen aquella famosa frase de Demócrito: “QUIEN PROCEDE INJUSTAMENTE ES MÁS DESGRACIADO QUE LA VÍCTIMA DE SU JUSTICIA”.
De ahí que quien intente tomar el camino de la división, difamación o el castigo a través del voto, terminará destruyendo su propio partido y favoreciendo a los enemigos políticos. Es importante recordar la célebre frase del primer ministro italiano Guiolio Andriotti. “NO DESGASTA EL PODER, LO QUE DESGASTA ES NO TENERLO”.
En la política, los extremos se juntan, (extrema derecha con extrema izquierda, oposición del gobierno y disidentes del partido en el poder), también se juntan. Si extiendes tu brazo derecho y lo gira hacia atrás y si hace lo mismo con el izquierdo, al final las manos terminarán estrechándose en tu espalda, así es la política, cuando las exigencias sobrepasan la posibilidad del partido y su gobierno, los militantes que se radicalizan, terminarán al lado de los intereses de sus enemigos.
Perder el gobierno, es una desventaja para la militancia del partido, porque cuando tu organización está en el poder, puede cumplir con promesas electorales o resolverles situaciones a sus miembros. Frente a la realidad que viven algunos militantes del partido, los dirigentes del PRM, deben buscar la forma para lograr que después de un nuevo triunfo