El pitcher José Fernández tenía cocaína y alcohol en el cuerpo cuando falleció en un accidente náutico en la costa de Miami Beach, de acuerdo con análisis de toxicología dados a conocer el sábado.
No se sabe si Fernández manejaba la embarcación la madrugada del 25 de septiembre, cuando chocó con un rompeolas, un accidente en el que también murieron los dos amigos que lo acompañaban. El nivel de alcohol en la sangre del astro cubano de los Marlins de Miami era de 0,147, casi dos veces por encima del límite legal en la Florida, que es de 0,08, según los reportes relacionados con la autopsia y revelados por la oficina forense del condado de Miami-Dade.
Además, había restos de cocaína en el organismo del lanzador, según el informe.
Fernández, de 24 años y sus amigos Emilio Jesús Macías, de 27, y Eduardo Rivero, de 25, sufrieron golpes en la cabeza y el cuerpo, escribió el forense Kenneth Hutchins, quien mencionó que la causa de los decesos fue un “choque en bote”.
El informe de toxicología señala que los dos amigos de Fernández también tenían alcohol en sus sistemas, aunque por debajo del límite legal de la Florida, mientras que Rivero tenía cocaína.
Ralph E. Fernández, abogado de la familia del pitcher y su amigo desde hacía años, se mostró extrañado por el reporte sobre consumo de cocaína. Consideró que el reporte de toxicología genera más preguntas de las que responde, acerca de lo ocurrido en aquella noche fatal.
“Esto me lleva a pensar ¿esto pudo ser un incidente aislado? Sí. ¿Pudo ser involuntario? Sí. ¿Por qué piensan que hay todavía una investigación penal pendiente?”, añadió el abogado, quien despacha en Tampa y no tiene parentesco familiar con Fernández.
Las autoridades han interrogado a un testigo “sumamente fiable”, quien dijo que hablaba por teléfono con Fernández justo antes de que encallara, y escuchó que el lanzador daba instrucciones a otra persona, acerca de cómo debía conducir la lancha, comentó el abogado.
“Si ustedes me dicen que é estuvo bebiendo, yo diría ‘¿y?’ No estaba conduciendo y él era muy cuidadoso con eso”, añadió Ralph Fernández.
Los peloteros que tienen contrato con las mayores se someten a análisis antidopaje desde 2004, y las infracciones se revelan al público. Sin embargo, no hay análisis aleatorios para drogas como la cocaína, y no se suele suspender a los jugadores por consumir esos estupefacientes, a menos que incumplan con un tratamiento, o que se les halle culpables de posesión, venta o distribución de las sustancias.
Rob Manfred, comisionado de las Grandes Ligas, dijo que el reporte sobre la autopsia de Fernández “no era siquiera oficial”, y se negó a emitir más declaraciones durante una entrevista previa al cuarto juego de la Serie Mundial.
Los cuerpos tenían fuerte olor a alcohol cuando fueron descubiertos por buzos, y los investigadores hallaron evidencia de que el bote navegaba a exceso de velocidad cuando chocó con las rocas, según la declaración jurada de la orden de allanamiento divulgada esta semana por la fiscalía estatal en Miami-Dade.
La declaración señala que las autoridades encontraron un recibo por la compra de alcohol en American Social Bar & Kitchen, un bar y restaurante en la zona del río de Miami donde el trío estuvo antes del accidente.
El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, instruyó a la oficina forense para que divulgara el sábado los resultados de la autopsia, un día después que el diario Miami Herald demandó a la agencia para conseguir la información.
La Comisión de Pesca y Vida Salvaje, la agencia estatal que investiga el choque, se había negado a divulgar los informes.
La Guardia Costanera ha dicho que examinará la iluminación en el rompeolas en la costa de South Beach donde ocurrió el accidente. El cubano, ganador del premio al Novato del Año de la Liga Nacional en 2013 y elegido dos veces al Juego de Estrellas, era dueño de la embarcación “Kaught Looking”.
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Por JENNIFER KAY