Articulo sometido por: Dra. Nellie Zambrana Ortiz Psicóloga Escolar y Legisladora Municipal en Trujillo Alto, PuertoRico
IDEAR surge del Departamento de Educación federal, y convertida en una Orden Ejecutiva del gobernador en mayo de 2023. Las promesas de que mediante IDEAR se descentralizaría el DE animaron a quienes participamos de la convocatoria inicial porque pensamos que podría devolvérsele el poder administrativo y curricular a las comunidades escolares. Quienes participamos en conversatorios en julio 2023, y compartimos ideas y sueños (estudiantes, magisterio, líderes escolares, líderes sindicales, madres y padres), hoy decimos, con conocimiento de causa, que IDEAR es un engaño porque lo que se interesa es REGIONALIZAR el poder en una estructura de normativa federal llamada Local Educational Agency (LEA).
En IDEAR ha escaseado la consulta y la participación de representantes diversos de la comunidad escolar. Se tomaron decisiones rápidas alejadas de las promesas del verano 2023. No nos extraña que el secretario de educación federal ignorara todos los reclamos de nueve personas consultoras, del tercer sector y de la UPR que renunciaron, y en su lugar empuje un proceso diferente al anunciado y para el cual no parece haber marcha atrás. Dijo el gobernador de Puerto Rico – Pedro Pierluisi en la prensa escrita: “No puedo decir que es imposible cancelar esa iniciativa … No lo veo venir, porque esto ya ha cogido un vuelo que no hay quien lo pare.”
Para las comunidades escolares la descentralización tiene dos metas: despolitización y autonomía escolar. La propuesta gubernamental federalista centraliza el poder político y económico en las agencias locales educativas o LEAs (Local Educational Agency). Hacen el piloto con 25 escuelas bajo un superintendente, pero contradictoriamente luego del piloto, el superintendente en Ponce tendrá 143 escuelas bajo su jurisdicción y poder. Esto no es descentralizar.
La LEA (Agencia Local Educativa) en EEUU es una estructura administrativa que gestiona y supervisa la educación pública a nivel local, incluyendo la asignación de fondos, la implementación de políticas educativas, y la provisión de servicios educativos. Se ha señalado que aumentan la desigualdad porque dependen en gran medida de impuestos locales para su financiación, lo que crea disparidades significativas entre distritos ricos y pobres. En EE.UU. los distritos con menores ingresos tienen menos recursos para ofrecer una educación de calidad, lo que aumenta la desigualdad. Por esto, la calidad de los programas y servicios ofrecidos por las LEAs puede variar significativamente. Las LEAs también pueden contribuir a la segregación escolar, al establecer distritos que reflejan las divisiones socioeconómicas y raciales de la comunidad. En distritos con recursos limitados y donde persisten prácticas discriminatorias, politizadas y corruptas, el sistema sin duda contribuye a la desigualdad y a la malversación de dinero.
La alternativa es otra. Acorde a los lineamientos de las Escuelas de la Comunidad – pensadas en P.R. hace décadas – la autonomía administrativa se debe devolver al Consejo Escolar y a la facultad de cada escuela. En este modelo la organización escolar se aprueba luego de un estudio de necesidades mediante el cual el magisterio identifica cursos necesarios, la cantidad de estudiantes por grupo, la asignación de cursos y estudiantes, y la experiencia pedagógica. Las superintendencias inter-municipales (3 a 4 municipios) se convertirían en facilitadoras de la docencia y de la dirección escolar. La autonomía docente que se implantaría, viabiliza los ajustes al currículo que cada maestro/a puede hacer para enriquecer o crear cursos que respondan tanto a los intereses del estudiantado como a los de contexto social. En fin, que IDEAR es una mala IDEA. Los cambios que queremos ver en nuestro sistema educativo se harán más rápido y descentralizadamente si las escuelas son las protagonistas.
