Por: Roger Rivero |
“La vida es más divertida si no la tomamos tan en serio” reza una conocida expresión. Lamentablemente, cuando personas o cosas no son valoradas justamente, siempre algo de malestar se siente. Imagino el que quizás invada al grupo responsable por el Hyundai Santa Fe. Es cierto que la lista de competidores de este SUV mediano tiene a jugadores de grandes ligas como el Honda Pilot, Ford Explorer o el Toyota Highlander, por solo mencionar tres, pero también lo es, que comparado dólar por dólar, el Santa Fe aventaja prácticamente a la mayoría de sus competidores.
Este SUV viene en dos variantes, el Santa Fe de 3 filas de asientos que acomoda a 7 pasajeros, y el Sport, que probamos esta semana y es algo más pequeño, pues acomoda a 5. Ambos han sido refrescados en la edición 2017, con nuevo diseño frontal, selector de modo de manejo para adaptarlo a las condiciones de la vía, un nuevo sistema de información y entretenimiento y muchas opciones de asistencia a la conducción y seguridad. Las opciones de motor para el Santa Fe Sport son un 4 cilindros de 2.4 litros o su versión turboalimentada que nosotros probamos y recomendamos.
Los 55 caballos de fuerza extra que se ganan con el motor turboalimentado -240 en total- son muy bien recibidos cuando hay necesidad de subir pendientes o rebasar a otro auto en la autopista. Por suerte, y esta es otra razón por la que lo recomendamos- este aumento en caballos de fuerza no está estrictamente ligado al consumo, quedando en 20 millas por galón en la ciudad y 28 en la autopista.
El Sport es el más pequeño de la familia Santa Fe. Queda así muy cercano al tamaño del Toyota RAV4, Mazda CX-5 o el Chevrolet Equinox. Los asientos son cómodos y hay suficiente espacio para las piernas, incluso para personas altas. Un viaje eventual a la ferretería o jardinería del pueblo podrán cubrirse sin problemas, pues los asientos traseros se repliegan en el ya acostumbrado 40/20/20 para permitir la entrada de objetos de gran tamaño. Algo que particularmente nos gusta del Santa Fe, es un espacio de carga, que, aunque pequeño, es ideal para esconder laptops u otros objetos de valor, pues está bajo el piso en el área trasera.
El Santa Fe trae 4 configuraciones. De forma estándar vienen el control crucero de velocidad, luces LED, llantas de 17 pulgadas y puertos USB. La básica es el 2.4L que trae precio de $25,350 siendo uno de los precios de entrada más bajos para un SUV mediano. Viene muy bien equipado con cámara en reversa, selector de modo de conducción, monitor de presión en las gomas, luces LED, y pantalla de 5 pulgadas.
Al 2.4L le siguen el 2.4L AWD -tracción en las cuatro ruedas- que tiene precio de entrada de $27,100, el 2.0 Turbo sube a los $31,700, siendo el 2.0T Ultimate con AWD la más alta de las configuraciones, con precio de entrada de $36,500.
Hay tres paquetes disponibles para los más exigentes. Por $1,500 dólares más el paquete de “equipamiento popular” adiciona pantalla de mayor tamaño -7 pulgadas- doble control de clima, asiento eléctrico para el conductor, conectividad Android y Hyundai Blue Link, y neblineros. Por otros $3,500 se puede adicionar un paquete “Premium” que entre otros trae asistencias de conducción como alerta de punto ciego y salida del carril, calefacción en los asientos delanteros, y apertura automática de la puerta trasera por solo mencionar algunas.
La última opción de mejora se llama “Tech Package” o paquete tecnológico, y adiciona ventana de techo panorámica, pantalla táctil de 8 pulgadas, sistema de cámaras en 360 grados, calefacción en los asientos traseros y el timón y sensores de estacionamiento, entre otras opciones ycuesta $3,650.
Con una generosa garantía de 10 años o cien mil millas, este SUV se hace apetecible a los que estén “husmeando” por un auto en este segmento. Quizás el Santa Fe no tenga el reconocimiento de nombre que otros ostentan, pero de seguro, primeros compradores no tendrán remordimiento alguno cuando adquieran posesión de uno.