Amigos y familiares de la ex primera dama brasileña Marisa Leticia Lula da Silva acudieron el sábado a las honras fúnebres después de su deceso la víspera a los 66 años.
La esposa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva estaba hospitalizada en Sao Paulo desde el 24 de enero después de sufrir una apoplejía.
Los dolientes acudieron a la sede del Sindicato de Obreros Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, el suburbio industrial de Sao Paulo, donde la pareja se conoció hace más de 40 años.
Lula informó que el cuerpo de su esposa será incinerado el sábado por la tarde.
La pareja se casó en 1974, después de que cada uno de sus primeros cónyuges murió. Tuvieron cuatro hijos juntos.
El hospital donde se encontraba dijo en un comunicado que falleció a las 6:57 de la tarde del viernes, poco después de que el ex mandatario y los médicos indicaran que tenía muerte cerebral.
En su página de Facebook, el ex gobernante confirmó la muerte de su esposa, a quien describió como “la primera dama eterna de Brasil”. En varias fotografías se les ve juntos en el país, así como durante viajes y actividades oficiales.
La pareja, todavía enormemente popular, se vio inmersa en las investigaciones por corrupción que han sacudido a Brasil durante los últimos años.
En septiembre, ella fue acusada de corrupción en un caso junto con su marido. La pareja y varias personas más fueron acusadas de beneficiarse de las renovaciones a un apartamento frente a la playa en la ciudad costera de Guaruja, en el estado de Sao Paulo. Los Lula rechazaron haber hecho algo ilegal.
Las mejoras al inmueble fueron realizadas por la constructora OAS, una de las empresas involucradas en la enorme confabulación de sobornos en la petrolera estatal Petrobras. Debido a la gigantesca pesquisa, decenas de políticos y ejecutivos empresariales fueron encarcelados en los últimos años.