Una inmigrante hondureña, Vicky Chávez, con orden de deportación y solicitante de asilo por violencia doméstica se refugió hoy en una iglesia de Salt Lake City (Utah) con sus dos hijas, una de 6 años y la otra de 4 meses.
Amy Domínguez, portavoz de Unidad Inmigrante, indicó a Efe que Chávez y sus dos hijas están alojadas en la Primera Iglesia Unitaria, una decisión que la hondureña tomó a última hora, incluso después de haber comprado los pasajes para regresar a su país.
“Ya estábamos organizando la despedida de Vicky en el aeropuerto cuando ella decidió quedarse. Vino aquí para tener una vida mejor y por eso decidió no regresar a Honduras”, manifestó la activista.
En su opinión, “el abogado que la ayudó no supo cómo presentar el caso y se vencieron algunos plazos para que Vicky pudiese pedir asilo”.
“Pero el asilo nunca fue ni aprobado ni negado. Por eso, ella estará en santuario tanto tiempo como sea necesario hasta que se reabra su caso y la Junta de Apelaciones de Inmigración tome una decisión”, argumentó Domínguez.
Por su parte, el reverendo Tom Goldsmith, pastor de la Primera Iglesia Unitaria, anunció en una rueda de prensa la llegada de Chávez a esa congregación y dijo que sus feligreses “unánimemente votaron hace ocho años” a favor de que el lugar sea un “santuario para quienes lo necesiten”.
“Una creencia absolutamente fundamental para nuestra fe es que toda persona merece una buena medida de respeto. Y por eso esta iglesia ha abierto sus puertas a una de nuestras vecinas”, expresó el religioso.
Cabe mencionar que Chávez no pertenece a la Iglesia Unitaria, sino a la de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocidos como mormones.
Como mismo sucede en otras iglesias donde indocumentados han buscado santuario, voluntarios de varias organizaciones se turnarán para ayudar a Chávez con rutinas diarias, según indicó Kristin Knippenberg, de la Red Santuario y Solidaridad de Salt Lake City.
Las precauciones se tomaron esta vez para evitar lo sucedido con la guatemalteca María García Santiago, deportada desde Salt Lake City a su país el 25 de diciembre último.
Su deportación parece haberse acelerado, según la activista Domínguez, cuando se hizo público el respaldo de Unidad Inmigrante a la guatemalteca.
“El Servicio de Inmigración y Aduana (ICE) todavía puede entrar a la iglesia y arrestarla (a Chávez). Si eso sucede, nuestro plan es (…) usar nuestras cámaras para mostrarle al público lo que es ser una madre arrestada delante a sus hijas”, aseveró Domínguez.
“El proceso puede durar un año. Pero aquí estaremos todos nosotros, indocumentados o documentados, porque no podemos permitir que se deporten madres de Utah. Vicky hubiese sido la segunda madre deportada en menos de un mes. ¿Cuántas familias tienen que ser deportadas sin que nadie haga nada?”,preguntó la activista.
Según la información distribuida por Unidad Inmigrante, Chávez llegó a Estados Unidos en 2014 y pidió asilo como víctima de violencia doméstica y también por la inestabilidad económica y social de Honduras.
La misma organización indicó que varios familiares de Chávez viven en Estados Unidos, que su ingreso al país fue legal y que su proceso para solicitar asilo aún no ha terminado.