El Departamento de Estado ve un “claro esfuerzo por fomentar la violencia sectaria” en el atentado suicida perpetrado hoy contra un centro educativo de Kabul, donde cincuenta personas murieron y decenas resultaron heridas.
“Ese horrible ataque supone un claro esfuerzo por fomentar la violencia sectaria y por frustrar las esperanzas del pueblo afgano para un futuro de paz y seguridad”, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
En una rueda de prensa, la portavoz aseguró que el país condena en los “términos más fuertes” el atentado y sigue respaldando los esfuerzos del Gobierno afgano para conseguir “paz y seguridad”.
El atentado se produjo justo cuando el Ejecutivo afgano se plantea un alto el fuego con motivo de la festividad musulmana del Eid al Adha o “fiesta del sacrificio”.
El Centro Educativo Mawoud que sufrió el ataque está en el barrio de Dasht-e-Barchi, principalmente chií, una minoría que a menudo sufre los ataques de la insurgencia sunní de los talibanes.
Los talibanes, sin embargo, han asegurado que no están detrás del ataque.
Sobre las 16.00, hora local (11.30 GMT), un individuo detonó los explosivos que portaba en su chaleco dentro de la escuela, donde había centenares de alumnos.
Los menores son los que más están sufriendo las consecuencias de la guerra en Afganistán, país donde el año pasado fallecieron 861 niños y 2.318 resultaron heridos como consecuencia del conflicto, según datos de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en el país asiático (Unama). EFEUSA