Los cambios fiscales en Estados Unidos y la venta de Opel al grupo francés PSA afectaron a los resultados financieros de General Motors (GM) en 2017, año en el que registró unas pérdidas netas de 3.864 millones de dólares pese a casi lograr un récord de beneficios antes de impuestos e intereses.
Pero los ejecutivos de GM destacaron hoy, durante una conferencia telefónica con analistas y medios de comunicación, que las ganancias antes de intereses e impuestos ajustadas fueron de 12.844 millones de dólares, prácticamente iguales a la cifra récord de 2016.
“2017 fue un año transformador para GM”, afirmó la presidenta y consejera delegada de la empresa, Mary Barra, quien añadió que “la empresa es más fuerte y resiliente por las decisiones tomadas”.
Barra insistió en que “las acciones que tomamos para fortalecer aún más nuestro negocio central y avanzar nuestra visión de movilidad personal, hizo que 2017 fuese un año transformador. Seguiremos ejecutando nuestro plan y dando forma a la compañía para el éxito a largo plazo”.
Por su parte, Chuck Stevens, vicepresidente ejecutivo y director financiero de GM, señaló que “las mejoras en todos los segmentos operativos y una intensa concentración en la reducción de costes generó un cuarto trimestre récord y otro año récord”.
“Lo importante es ver los resultados operativos. No podríamos estar más satisfechos con nuestros resultados”, explicó.
Con unos beneficios antes de intereses e impuestos ajustados en niveles récord, las cifras negativas de GM en 2017 están justificadas por los gastos especiales de 13.500 millones de dólares: 7.300 millones de dólares debido a la reforma fiscal en Estados Unidos, y 6.200 millones de dólares de la venta de Opel.
Mientras, en el último trimestre del año, GM, uno de los tres mayores fabricantes automovilísticos del país, tuvo unas pérdidas netas de 5.151 millones de dólares, frente a los 1.835 millones de dólares de beneficios netos del mismo periodo de 2016.
La compañía también tuvo unos cargos especiales de 460 millones de dólares para la reestructuración de GM Internacional, 80 millones de dólares por la situación en Venezuela y 114 millones de dólares por la llamada a revisión del defecto del sistema de ignición de millones de vehículos.
En el conjunto de 2017, la empresa tuvo unos ingresos de 145.588 millones de dólares, un 2,4 % menos que en 2016.
Por regiones, GM en Norteamérica tuvo en 2017 unos beneficios de 11.889 millones de dólares, un 3,6 % menos que en 2016; mientras que GM Internacional, que engloba el resto del mundo, ganó 1.300 millones de dólares, un 69,4 % más que en 2016.
Por su parte, GM Financial, el brazo financiero del fabricante, ganó en 2017 1.196 millones de dólares, un 56,7 % de aumento.
En 2017, GM también aumentó un 0,8 el número de vehículos vendidos en todo el mundo, que alcanzaron la cifra de 8,9 millones, incluidos 3 millones entregados en Estados Unidos y 4 millones en China, la mayor cifra en la historia de la compañía.
Tanto Barra como Stevens destacaron que en el último trimestre de 2017, las operaciones de GM en Suramérica fueron rentables, el segundo trimestre consecutivo de números negros, en parte gracias a que la ventas de la marca Chevrolet en Suramérica aumentaron un 13,8 % en 2017.
Otro récord del año fueron las entregas de vehículos eléctricos que alcanzar la cifra de 69.500, de los que 26.000 fueron del Chevrolet Bolt EV y otros 11.500 del Baojun E100, este último en el mercado chino.
Con respecto a este año y 2019, Barra y Stevens se mostraron optimistas.
Barra afirmó que GM va a “seguir el impulso en 2018 y acelerarlo en 2019”, en gran parte gracias a que la condiciones en Norteamérica siguen siendo favorables para que se mantenga el elevado ritmo de ventas en el mercado.
En este sentido, Stevens explicó que las expectaciones de GM para EEUU en 2018 están basadas en “moderados aumentos de los tipos de interés, de 75 puntos base, inflación moderada y aumentos salariales moderados”.