Las horas previas a la llegada del “más peligroso” huracán del Atlántico al sur de Estados Unidos tiene a aquellos que se resignaron a esperarlo en casa a la expectativa de los destrozos, inundaciones, cortes de energía y especialmente del tiempo que Irma los dejará encerrados en sus refugios.
Los nueve días desde que Irma se convirtió rápidamente en un huracán y empezó a lucir como una perfecta pesadilla en su paso por el Caribe han parecido semanas de preparativos y filas para comprar agua, tablones, gasolina, enlatados, pilas y demás provisiones.
“Que a la próxima me avisen cuando el huracán venga por la Calle Ocho (la tradicional calle de la Pequeña Habana de Miami)”, dice uno de los chistes por internet que buscan relajar a los residentes del sur de Florida, alarmados por el exceso de información.
Irma ha azotado desde el viernes la costa norte de Cuba en su camino hacia los Cayos de Florida y tiene con ansiedad a la península de Florida después del recorrido mortal que hizo por el Caribe, con al menos 25 vidas humanas perdidas.
En Florida 5,6 millones de personas, más de un cuarto de la población, fueron conminadas a evacuar y muchas de ellas se desplazaron hacia el norte del estado y el país, un éxodo que no se había visto nunca antes en esa proporción.
Los que se quedaron ahora tienen tiempo de sobra para hacer todo tipo de cábalas sobre el posible impacto de Irma en sus vidas, muchos dan por descontado que los vientos huracanados y la fuertes lluvias traerán inundaciones y pérdidas del servicio eléctrico en sus vecindarios.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió hoy un aviso de inundación, que se prolongará hasta el próximo lunes, para gran parte del sur de la Florida, lo que incluye las zonas costeras de los condados vecinos de Miami-Dade, Broward y Palm Beach.
Con las primeras lluvias asociadas al huracán Irma llegaron hoy a Miami los primeros cortes de luz, a pesar de que los potentes vientos del huracán, de una velocidad de 133 millas por hora, con rachas más fuertes, casi no se sienten todavía en la ciudad.
Se prevé además que los cortes de energía afecten a unos 4,1 millones de clientes de la Florida Power and Light Company, según la la principal suministradora de electricidad del sur de este estado
Las conjeturas sobre cuál será la puerta de entrada de Irma al estado de Florida centran las conversaciones entre los floridanos sometidos al encierro en sus casas o en las múltiples escuelas oficiales que se adaptaron para servir de refugios.
El cubano Luis Vera mata la espera jugando dominó con otros en el albergue, “aunque faltan las cervecitas”, bromea.
Dice que esta es la primera vez que decide acudir a un refugio en los más de 50 años que vive en EE.UU., porque “la cosa parece seria”.
En estos albergues el día comenzó con filas para tomarse un café y con comentarios sobre el cierto alivio por el ligero desplazamiento de Irma hacia el oeste, que saca del cono del huracán al sureste de Florida.
Sin embargo, el enorme sistema ciclónico, que aún supera el tamaño del estado, sigue siendo una amenaza “mortífera” que según las previsiones empezará a causar este fin de semana estragos en los Cayos de Florida, en el extremo sur de Estados Unidos.
“El huracán Irma es de una proporción épica, tal vez más grande de lo que hemos visto. Manténgase seguro y fuera de su paso, si es posible”, expresó este viernes el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter.
Irma, que avanza por el norte de Cuba, donde tocó tierra el viernes por la noche en el archipiélago de la provincia de Camagüey, podría tocar tierra en el sur de Florida, la próxima madrugada.
“Si te ordenaron evacuar, debes hacerlo ahora”, reiteró hoy el gobernador de Florida, Rick Scott, en una conferencia de prensa.
Y mientras las calles se vacían por completo, las administraciones de los condominios ya han empezado a anunciar por los altavoces que las puertas de los edificios serán cerradas e instando a los dueños de mascotas a darles el último paseo antes de la tormenta.
Adentro, los planes incluyen las estrategias de qué comer primero, dejando para el final aquello que no requiere refrigeración o cocción, hablar con parientes dentro y fuera del país por si fallan luego las comunicaciones y establecer un chat telefónico conjunto con los vecinos que no huyeron para cuando empiecen a azotar los vientos huracanados de Irma.